A partir de ayer ya había más gente que nos visita, así que atenderlos como se merecen y a cuidarlos. La liga México—Cuernavaca—Acapulco histórica, desde aquellos viajes largos pero siempre emocionantes con ver el mar, hasta la rapidez como se llega en estos días por la averiada pero necesaria Autopista del Sol.
Pero estamos en Morelos, son tiempos de la política pero hay momentos que también cansan (seguro cuando dejamos de escribir también reposan los funcionarios públicos) y mejor hablemos de lo bonita y sabrosa que es nuestra tierra, llena de historia y bondades naturales. Viejos lugares como Palo Bolero que nos disculpamos y preguntamos a quien conozca, nos diga si funciona como balneario. Los bailes de San Juan, inolvidables con Carlos Campos, la Sonora Santanera, Mike Laure, Acerina y su Danzonera. Siempre mirábamos hacia el sur, porque para el norte era Tres Marías y la ciudad de México, más frío, o rumbo a Tepoztlán en esos cortos viajecitos, que a veces se buscaba mezclarlos con otro tipo de viajes que no siempre eran reales. A partir del mítico Tepoz la hoy famosa, y antes casi solo de nosotros, Ruta de los Conventos, seguirlos por Tlayacapan, Atlatlahucan, Ocuituco, Tecapixtla, Tetela del Volcán, antes Oaxtepec y Totolapan, para maravillarse de la arquitectura eclesiástica posterior a la conquista. Los Altos de Morelos que muchos morelenses no conocemos a detalle. Bueno, podría ser un buen tip para algunos de nuestros visitantes o de nuestros paisanos mismos. De Tepoztlán hasta las cercanías con el Volcán en Tetela, hasta allá arriba.
Otras sugerencias:
Tomar la autopista o la carretera Jiutepec—Jojutla, llegar al mercado central de este municipio, mero en medio están las fondas, y se encontrarán con el más sabroso queso con chile, popular en la región. O se van enfrente a la barbacoa de chivo, el famoso chito, con “Los Santanita”. Si lo prefieren paran antes en Zapata, el crucero de Chiconcuac o si toman la pista en Xococotla. De ahí con la familia hay todo un menú para disfrutar el sol y agua de Morelos: El Rollo en Tlaquiltenango, Las Estacas en Tlaltizapán, Aqua Splash en Jojutla, Las Huertas en Puente de Ixtla. Nadar, botanear, beber cualquier líquido que no embrutezca de más y con hambre, mucha, escoger entre el caldo de bagre con el gran cantante de la Sonora Veracruz, Simón Managua, en Tlaltizapán (donde lo van a escuchar, con la misma voz de aquellos días) o irse hasta Alpuyeca con doña Aurora casi en el crucero. De ahí, obligada una nieve de coco, mamey o limón. Si aguantan un poquito más, cerca en el centro de Xochitepec, un pozole, tostadas, tortas, tamales, atole y demás.
De regreso en Cuernavaca cualquier taquería es buena, pero sobresalen “Eréndira” en Plan de Ayala, del buen Calixto en Plan de Ayala esquina con un Oxxo nuevo y Bancomer. O si quieren de lengua de res, hay que ir donde estaba el mambo café, por Gobernadores, en “El Triunfo” de don Richard o si deben ser de cabeza, en la calle de Guerrero, cerca de Los Lavaderos con Abraham Camacho, justo frente a las escaleras que bajan de Leandro Valle y la punta de No Reelección.
Ahora, para los visitantes y los de aquí que gustamos disfrutar la casa en estos días, hay que llegar al mercado en el estacionamiento oriente, de los introductores de verdura, o a Tepozteco entre Vista Hermosa y Teopanzolco a “Fonda La Güera” y su pancita, además del caldo de pollo, mole y sus guisos especiales como moronga en salsa verde, chicharrón y los acompaña con guajesquites (guajes dorados, chile manzano, cebolla y limón) y tortillas hechas allí. De lujo.
La autopista México—Cuernavaca—Acapulco está a paso de rueda, sin embargo la ciudad es transitable. Es Semana Santa, así que si gustan echarse unos mariscos efectivos, baratos y ricos, vayan a la colonia Chipitlán, en una esquinita, a dos cuadras, está Silva Prado Valaguez. De esa dinastía de morelenses oriundos del oriente, gente de trabajo y congruencia encabezadas por el popular y considerado el mejor gladiador en la historia nacido en Cuernavaca, Javier “El Chamaco” Valaguez, campeón mundial en pesos welter, medio y semicompleto del Consejo Mundial de Lucha Libre, siempre detrás de su mostrador en la carnicería. Quesadillas de cazón, cocteles de ceviche, campechanas, patas de mula y una especial que se llama “La Valagueza”, que tiene que ir para probarla.
El asunto es que en Morelos tenemos qué hacer y más qué presumir. Seamos buenos anfitriones y cuidemos a nuestros visitantes. ¿Temas de política? Ya habrá tiempo, primero vamos a comer, a ver en qué lugar de los tantos mencionados.
Condolencias.- Doña Laura Muñoz Castro, mujer alegre, bullanguera, que dejó de bailar ayer por la mañana. A su familia completa le enviamos un abrazo fuerte. Deja un hueco grande la señora.