No muchos minutos más tarde, ante lo que era una realidad creciente, se vieron obligadas a cantar el contundente triunfo de las alianzas de izquierda en nuestra entidad.
Ganó Graco Luis Ramírez Garrido Abreu; la empresa que marcó un seguimiento que al final de la jornada electoral empató con la realidad se lleva las palmas. Así como hemos sido críticos de las mentiras y apuestas tendenciosas, en este ejercicio hubo apego a un sentir social hoy aterrizado en votos.
Grave resulta cuando los equipos de campaña, en un trato equívoco y corrupto, contratan espacios en medios de comunicación para difundir ejercicios estadísticos que “benefician” al pagador y que buscan generar confusión y con ello variar la intención de voto. Todo este montaje viene aderezado con llamado a conferencia de prensa y después con el pago del espacio publicitario; al otro día el debate, la polémica y en algunos casos el desmentido.
No hay sanción para esas prácticas incorrectas y desleales; debería –y consideramos que es pertinente- generarse una modificación de ley en la cual, una empresa que vierte números engañosos y tramposos, se le sancionara económicamente y junto con sus socios, además de prohibirles participar en futuras elecciones.
A nivel nacional, Enrique Peña Nieto se levanta con un triunfo anunciado y bien calculado; nuestro reconocimiento a Josefina Vázquez Mota y Gabriel Quadri de la Torre por su actitud demócrata e inclusive a Andrés Manuel López Obrador, quien a pesar de advertir una espera y revisar actas, dio la cara de inmediato ante la prensa nacional.
En Morelos, la postura del candidato del Partido Acción Nacional, Adrián Rivera Pérez, fue planteada de frente en la tarde noche del domingo y de nueva cuenta este lunes; reconoció su derrota, muy respetable. En el Partido Social Demócrata, Julio César Yáñez Moreno, cumplió con el cometido: mantener vigente a su instituto y obsequiarle alguna curul y tal vez hasta alguna que otra regiduría.
Entendible –más no justificable- la actitud de Amado Orihuela Trejo y equipo. Tardó pero llegó el reconocimiento de la derrota, sin dejarse ver, dejó a un lado el orgullo y aceptó los resultados; el proceso en Morelos no se judicializará. Lamentable que el domingo se haya desaparecido el candidato y su equipo, se convocó a la prensa en dos ocasiones y no llegó con cancelaciones de última hora.
Ariel Homero López y algunos otros del equipo fueron maltratados en una espera sinfín que se tradujo en un espacio en la Hostería Las Quintas lúgubre, de desinformación y por supuesto de tristeza para los involucrados.
En una muy desafortunada explicación, el PRI calificó de irresponsables a las empresas y al candidato que “cantó” –vía encuestas de salida- una ventaja de 5 puntos porcentuales; Manuel Martínez Garrigós, Joaquín Hendricks y Ariel Homero López, argumentaron que con el 15% de las actas en mano tenían una ligera ventaja. La ventaja no era poca, pero se aplicó en sentido contrario.
Se sacó la espina Amado Orihuela al enviar un mensaje demócrata. Su equipo cercano lo habrá de abandonar pero el hombre bueno, habrá de subsistir.
Dentro del triunfo de la izquierda el único “negrito en el arroz” fue la insistencia en el triunfo de José Luis Urióstegui Salgado en Cuernavaca; todavía fue obligado a presentarse en el templete ubicado en Plaza de Armas por la noche del domingo. Ni él mismo creía su triunfo y tenía razón, Jorge Morales Barud será el próximo presidente municipal del municipio capital.
Una alternancia en el poder que regresa a las izquierdas como en 1997 una nueva oportunidad pero ahora con el control del Estado. Una segunda alternativa para el PRI en Cuernavaca que deberá demostrar que pueden mejorar las cosas.
En el Congreso el voto de castigo fue rotundo, contundente y definitivo contra una bancada tricolor nefasta que privó a lo largo de su existencia, de un trabajo correcto y prudente. Hubo aciertos y siempre los reconoceremos, pero desafortunadamente una ciega carrera por el poder los ubicó en una derrota que contrasta en su conquista nacional.
A las autoridades electorales y al Ejecutivo el reconocimiento por haber cumplido cada una con su papel y obligación.