Y así se mantuvo cuando menos en los terrenos mediáticos.
A punto de culminar el ejercicio legislativo, tenemos en la bandeja tres iniciativas que a juicio del que escribe, una sola de ellas justificaría el quehacer de cualquier legislatura, lo que colocaría el título convertido en axioma de “la peor legislatura de la historia” con unas interrogantes merecidas para el beneficio de la duda del morelense, que lo mejor es que se meta en la página web del congreso para que, si así lo quiere, haga su juicio sobre lo que sí y no hicieron nuestros diputados.
La calificación por inercia a la actual legislatura se hizo común y varios de los integrantes sin mayor aspiración política, realizaron un trabajo serio. Curiosamente una de las leyes importantes, vitales diríamos, la de participación ciudadana, la elaboran tres diputados que pronto seguirán en el ejercicio del poder por la ruta electoral: Tania Valentina Rodríguez, que será regidora en Cuernavaca; Fernando Martínez Cue, síndico en la presidencia que presidirá Jorge Morales Barud, y Julio Espín Navarrete, futuro presidente municipal de Puente de Ixtla y que, también curiosamente, estarán sujetos a estas nuevas disposiciones legales. Dicha ley fue decretada el 10 de julio por la comisión permanente que preside la diputada Zayra Favela Beltrán y los secretarios Luis Arturo Cornejo Alatorre y Omar Guerra Melgar, ambos morelenses de familia con prosapia, por añadidura.
Puntos vitales de esta ley son la revocación de mandato de cualquier persona que tenga un cargo de gobierno o electoral, el plebiscito, el referéndum, la iniciativa popular, además de la consulta ciudadana, colaboración ciudadana, la rendición de cuentas, la difusión pública, la red de contralorías ciudadanas, audiencia pública y cabildo abierto. Como vemos, cada punto es importante, fundamental para el desarrollo de la entidad y la intromisión legal de las inquietudes sociales, normalmente cooptadas por acciones abusivas de quienes ejercen el poder.
Cuando nos enteramos de esta ley, lo comentamos con otro colega y él dijo: “es su obligación”, en efecto, lo es, pero tras el endilgue por casi tres años de “los peores legisladores”, justo es de reconocerles en esta primera entrega de una nueva ley, por siempre solicitada y reiteradamente cerrada en los accesos de los órganos presumiblemente democráticos. Es un largo texto, pero a nuestros lectores les vamos a dar un extracto, ya que cada quien pudiera leer el periódico oficial “Tierra y Libertad” o entrar a las páginas del congreso, porque vale la pena. Es como un trago de agua helada tras el paso extenso de un capo soleado y sin el vital líquido.
Ahora, ya no es exigir a los demás, es el momento que el ciudadano en lugar de asumir una protesta que no va más allá de los medios, se organice y acuda con el respaldo necesario de los demás, a exigir con los elementos a la mano y el consenso necesario que tal o cual se vayan. Y de inmediato. Lo mismo un gobernador que un regidor, igual un presidente municipal que un diputado local. Lo vale. ¿La peor legislatura? Habrá que ver. A lo mejor cerraron en las últimas vueltas, pero satisface el conocer que el pueblo tiene herramientas reales para quitar o ratificar por qué no, a un malo o bueno funcionario.
Son muchos los puntos a tratar, todos importantes, pero les compartimos uno, la revocación del mandato, y posteriormente mostramos otros. Además hay dos decretos de suma relevancia, uno de ellos que debe ver con el reforzamiento de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, de a “de veras”. En tanto, va lo siguiente:
Para el caso de la revocación del mandato será del 3% de los ciudadanos inscritos en la lista nominal estatal, distrital o municipal. Es importante esclarecer que los porcentajes no están establecidos al azar o por mero capricho, para el caso de la revocación del mandato es de hacerse las siguientes consideraciones:
a) Así como los ciudadanos nos entregan el mandato popular al momento de votar por nosotros, justo es que si no cumplimos a cabalidad nuestro encargo podamos ser revocados del mismo modo en que fuimos elegidos.
b) El 3% obedece a la regla electoral que establece que los partidos políticos podremos acceder a un diputado plurinominal si logramos alcanzar este porcentaje de los votantes el día de la elección. Considerando que el partido político tiene militantes y simpatizantes que mantiene o trata de mantener a través de las prerrogativas otorgados por el estado, resulta absurdo que a los ciudadanos se les pidiera un porcentaje mayor, máxime si no cuentan ni con la estructura ni con el dinero de los partidos políticos.
c) La revocación será válida siempre que hayan asistido a la consulta al menos el 10% de los ciudadanos inscritos en la lista nominal.