El tejido social en la entidad está desgarrado, bastante lastimado y nunca será por demás el esfuerzo de los gobiernos, pero tendrá que darse el primer paso y luego los sucesivos. En el año y medio que falta de la administración, nos parece que la estrategia de Unidad Morelense (así se llama o se parece el modelo que buscan aplicar, por cierto, un grupo político que fundara don Fausto Galván Campos y encabezará Antonio Rivapalacio) proviene de la presión social por las ejecuciones impunes de los últimos días, que tendrá un punto especial en la gran marcha a la ciudad de México el mes que entra, que de un programa establecido en cualquier plan de gobierno. ¿Quién puede estar en contra del bienestar común? Nadie. Si bien los poderes que conforman el gobierno son importantes, ninguno ha logrado alcanzar la confianza social o mostrar un liderazgo, por lo tanto hay que convencer primero al ciudadano y a los grupos que conforman redes que cada vez manifiestan su desesperación en las calles y suman adeptos.
En tanto pactos, acuerdos, fotografías, boletines y todo lo que hagan representantes de poderes lo políticos o servidores públicos, no sirven de nada. Así de pulverizada está la confianza social en las instituciones públicas.
Una buena noticia
Merecidísima la venera “José María Morelos y Pavón” que el gobierno del estado le otorgó al arquitecto Ricardo Zúñiga Vázquez. El nativo de Tlaltizapán invitó a sus amigos (entre los que se cuenta el columnista que recibió la llamada directa de nuestro querido paisano) a que lo acompañaran en el magno evento. Ricardo Zúñiga ha hecho muchas cosas a favor de esta tierra, además de la conservación de objetos del general Emiliano Zapata. Ha sido maestro de generaciones de arquitectos y director de la facultad en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, presidente municipal de esa rica tierra y funcionario honesto en muchas administraciones estatales.
Don Ricardo es un ejemplo. Sus peticiones encontraron inmediata respuesta del gobernador Marco Adame porque además de necesarias y justas no fueron personales. La Venera “José María Morelos y Pavón” nunca estuvo en mejores manos. Felicidades al arquitecto Zúñiga, a su familia y a los paisanos de la madre del que escribe (que nació en un lugar que los de allá conocen como “La Y Griego”, porque ahí vivía temporalmente el abuelo de un servidor, un agrónomo nacido en aquella región europea que llegó a Morelos a principios de los treintas con la semilla mejorada del jitomate) en el bello Tlaltizapán.
…y se pusieron de acuerdo
También buena noticia para los militantes del Partido Revolucionario Institucional es que luego de los jaloneos naturales y uno que otro ojo morado, se pusieron de acuerdo para celebrar hoy su sesión del Consejo Político. La mencionamos el fin de semana: se presenta la oportunidad a Amado Orihuela, el presidente del CDE, de construir la maquinaria de la que será una competida elección el año que viene.
Pero lo relevante es que “el ejercicio” de los priistas que incluye madrazos como siempre, por primera ocasión en muchos años juntó a todos –o casi, mejor dicho— las cabezas de grupo del priismo, regresaron a su viejo edificio, discutieron y lograron construir. Este aviso de cercana armonía no va a ser bien recibido en los partidos en el gobierno o tradicionalmente adversarios de los tricolores, porque una de las apuestas era a que solos se descarrilaran, que el canibalismo tan característico cuando eran gobierno, iba a surgir y adiós posibilidad de regreso. Así, un tanto contrariado por la reacción, al final el más fortalecido de este ejercicio ha sido Orihuela Trejo en su condición de dirigente estatal. Ya debe haberle “caído el veinte” que logró acuerdos con personajes y grupos que van desde Manuel Martínez Garrigós, Jorge Meade Ocaranza, Antonio Rivapalacio López, Samuel Palma César, Vinicio Limón. Lo que se anota fácil pero era un paso complicado.
Las rutas de la política cuando entran en la recta electoral son difíciles, pero si en el PRI sus militantes entienden lo que estará en juego, ya verán que los pronósticos que recuperen la entidad se van a cumplir. Lo decimos con mucha anticipación y según cálculos que se hacen de forma rupestre con los sonidos de la calle. Así se percibía en los meses finales del 2008 en el caso Cuernavaca, pero nadie imaginó en el efecto nacional que llevó a curules a auténticos desconocidos que ni campaña hicieron. Hoy son otras condiciones y los priistas tienen que ser puestos a prueba permanente en la toma de decisiones. Si tienen los tamaños para hacerlo de manera conjunta, eliminarán intromisiones nacionales y lograrán su propósito. Falta qué suceda hoy en el auditorio principal del edificio de Yucatán y Amacuzac.
Pero el paso lo dieron y Amado Orihuela Trejo vivió su primer acto de autoridad como presidente del comité estatal. Así fue, aunque haya los que lo piensen al revés.