Leíamos que los liberaban “bajo las reservas de ley”, que traducido al lenguaje común en cualquier momento podrían ser llamados a comparecer, pero en el sentido cotidiano es, simplemente, que no tienen que ver en el asunto. En tanto, la prensa europea sobre todo y ya la nacional, tocan la desaparición del ciudadano suizo como tema importante y, obviamente, Morelos sale mal parado. Repetimos que no era asunto de influencia porque en ese caso Luis Angel Cabeza de Vaca
y Francisco Sánchez González, ex secretarios de Seguridad Pública de
Morelos y de la capital Cuernavaca, estarían de regreso.
Mientras, la imagen del Estado y su capital sigue mal en boca de muchos en el extranjero. No puede decirse que no es para tanto, porque los hechos nos callan. Sí, hay problemas. Sí, está en disputa la plaza por grupos de la delincuencia organizada. Sí, grupos delictivos comunes hacen de las suyas aprovechando que las autoridades se han centrado en, dicen, combatir el hampa mayor. ¿Cómo los desmentimos?
Sin embargo, la Semana Mayor recién concluida nos permitió a los que acostumbramos “guardarnos” en el terruño encontrarnos en el centro de la ciudad o en lugares comunes a extranjeros, incluso orientales. Da gusto. Se veían contentos. En tanto, Morelos como cuando se asiló aquí Mohamed Reza Pavlevi, el Shá de Irán en cuanto lo derrocaron. La prensa internacional nos invadió y daba cuenta de cada gesto del esposo de la guapa princesa Soraya. Lo que para algunos cuantos era buena noticia, para los que vivimos desde siempre, era molesto, sobre todo con los agentes de la Dirección Federal de Seguridad –aquella temible, muchas veces eficiente DFS-- que encabezados por Tomás Morlett causaban estragos en restaurantes y discoteques de la época. (A propósito, Morlett fue acribillado poco después en Matamoros, Tamaulipas, entrando al restaurante “Piedras Negras” propiedad del famoso Juan Nepomuceno Guerra, célebre desde que en la Ley Seca de Estados Unidos inundaba de alcohol por la frontera norte del país. Don Juan era tío de Juan García Abrego, primer jefe del Cártel del Golfo, actualmente purgando una prisión por vida en una cárcel de Texas.)
Ya acostumbrados a vivir en la nota roja, ayer los ex policías arraigados y liberados por la PGR, convocaban a medios para dar a conocer su verdad. Y esta será, antes de leer, escuchar o ver alguna nota, que son inocentes.
Graco, en Blanco y negro
En octubre se abre el proceso electoral federal y poco después, menos de un mes, sucede en Morelos lo mismo. Los partidos tienen retos. El PRD, por ejemplo, que demuestren que hay alguien más que Graco Ramírez Garrido Abreu, que en su calidad de senador ha hecho cuando menos cinco informes, con una parafernalia que lo quieran o no sus amigos y adversarios, no ha realizado ninguno de sus colegas de partido y de los otros. Como que camina libre. Su problema mayor es que una gran corriente de las izquierdas es afín a Andrés Manuel López Obrador, enemigo jurado de Graco. El otro es que su actual condición de propuesta no obtiene el mayor crédito de la gente, como que no le creen, como que se acostumbraron a un Graco directo, duro, que tumbaba y hacía tambalear gobernadores.
Ha llevado beneficios a sectores diversos, millonarios por cierto, demostrando capacidad de gestión en el gobierno federal.
Graco, hay que decirlo, ha sido el legislador por Morelos en las dos cámaras que mejor labor ha hecho. Ninguno del PRI o el PAN han logrado
lo que el único representante federal del PRD en las esferas federales
(¿hay otro?) en tareas de apoyo. Perro insistimos: no va ser gobernador de Morelos. ¿Qué por qué? Su cambio de modelo de hacer política, aunque eficaz en cuanto a resultados, dista de aquel donde se movía como pez en agua, con el grito en la plaza pública y dándole movimiento a los medios como pocos políticos hemos visto lo hacen.
Además, tendrá que librar duras batallas internas y si llega por el PRD, no les alcanza. Si lo hace encabezando una alianza con el PAN, los lopezobradoristas harán lo imposible por restarle.
Si podrá abogar por sus seguidores y acomodarlos. Un elemento más: la memoria colectiva registra que no solo es amigo del gobernador Marco Adame, sino ha sido honesto en el terreno de la amistad pero incongruente en lo político. Claro que se agradece que haga lo que
debe por los morelenses, pero es su obligación.