Hace poco más de diez años escribí que "el desarrollo de (Chiapas) ha estado siempre un tanto rezagado respecto al de otras partes de México." (Breve historia de Chiapas, FCE/Colegio de México, 1999, 2011) Ahora el ciclo local parece haber convergido con el nacional, a partir de los triunfos simultáneos de Enrique Peña Nieto a la Presidencia y Manuel Velasco Coello a la Gubernatura de Chiapas, el mismo día y ambos por la alianza PRI-Verde (y en caso de Velasco con Nueva Alianza también).
Parecería que también en Chiapas regresa al poder el PRI que fue derrotado en el 2000. Sin embargo, esto no toma en cuenta los elementos característicos (y peculiares) de la alternancia en Chiapas, en el 2000 y este pasado 1 de julio. Tampoco toma en cuenta la conformación política particular del gobierno (actual) emanado de las elecciones del 2006.
Es significativo que en Chiapas, más que en México, el PRI nunca dejó de ser uno de los hilos de la gobernabilidad (y el conflicto) a pesar de sus derrotas formales. Pablo Salazar (2000-2006) y Juan Sabines (2006-2012) venían de ese partido, aunque fueron electos y gobernaron con otros actores aliados. De hecho, Manuel Velasco es el primer gobernador electo en la historia moderna de Chiapas que no proviene del PRI; ha sido diputado local y federal y Senador por el Partido Verde.
Por eso, para entender la dinámica política del estado, y lo que puede suceder estos próximos años es más útil recurrir a Gaetano Mosca o a Pareto que a Duverger o a Dieter Nohlen. Lo que explica en gran medida el curso de la política contemporánea en Chiapas es la conformación del grupo o grupos gobernantes en torno al Gobernador. Este, a su vez, depende de cómo articula dichos grupos locales con la política nacional. La relación con el Presidente de la República es, de todas, la más estratégica; y lo ha sido quizás desde el gobierno de Emilio Rabasa en el Porfiriato. Hoy la relación Velasco-Peña Nieto es clave para Chiapas; pero es, se podría decir, una condición necesaria, más no suficiente. El resto depende de la capacidad de liderazgo del nuevo gobernador.
¿Qué tanto ha cambiado Chiapas en este periodo de transición? ¿Y cuánto de ello ha dependido del ciclo histórico más amplio que afecta a todo el resto del país? Las causas de las nuevas condiciones que caracterizan a Chiapas son múltiples y requieren de un análisis más profundo. Habría que analizar la ruta económica que se ha seguido este sexenio o dos; especialmente en la esfera financiera y en lo que respecta al gasto público. Ya se cuenta con una red carretera y de puentes así como con conexiones aéreas (a través del Aeropuerto Internacional Ángel Albino Corzo) y el funcionamiento de Puerto Chiapas en la región del Soconusco, que han integrado al estado con el resto del país. Una situación muy distinta de la que existía apenas a fines del siglo veinte, cuando el aislamiento relativo de Chiapas contribuyó al agravamiento del conflicto social.
Sin embargo, ¿qué tan profundos son en realidad los cambios alcanzados en este periodo? Y quizás más importante, ¿cuáles son las bases reales – financieras, económicas, políticas – sobre las que el próximo gobierno de Chiapas tendrá que conducir el desarrollo de uno de los estados más pobres del país? ¿En qué situación se encuentran sus instituciones democráticas y de justicia? ¿Qué futuro le espera a Chiapas? En próximas entregas analizaré algunas de estas vertientes.
Ex-secretario de Gobierno de Chiapas (2000-2003)
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