La negociación más difícil está en las figuras del presidente del PRI y el ex presidente municipal de Cuernavaca; el primero –acorde con la recomendación del Comité Ejecutivo Nacional-- deberá dejar el puesto de privilegio y entregar a la secretaria general, Georgina Bandera, la responsabilidad y destino del PRI morelense.
Sin embargo, es sabido que la hija del presidente municipal de Temixco, Nereo Bandera Zavaleta, no forma parte de su equipo y podría una vez en el cargo si no operar en contra, tampoco lo haría a favor de quien la ha hecho a un lado al haber generado el nombramiento de un tercero como secretario general adjunto.
Haberse retirado con tanta anticipación del cargo de presidente municipal le da a Manuel Martínez una variedad de alternativas que él mismo pregona: poner en la mesa de negociaciones la baraja completa de posibilidades, ya sea la candidatura gubernamental, un escaño en el Senado o una diputación federal. Le permite ahora moverse con libertad en todo el territorio del estado sin que pueda ser señalado de hacer proselitismo con cargo al erario; le otorga, además, la oportunidad de abordar temas que van mucho más allá de la problemática municipal.
A partir del próximo lunes, Garrigós convocará a conferencias de prensa los lunes de cada semana; no pretende marcar la agenda pero sí aportar y analizar temas debatibles sobre la construcción del Morelos que, desde su perspectiva, se podría construir.
No esconde tampoco el aspirante que en el Comité Ejecutivo Nacional le “recomendaron” acelerar su salida. Equidad en la competencia –explica-- fue la razón que le empujó a dar el gran salto.
Los nombramientos en el Ayuntamiento que realizó el ex alcalde –en ese instante en funciones--, con la anuencia del hoy vigente, también forman parte de una interesante estrategia. Nos explica MMG que el perfil de madurez, experiencia y lejanía de una aspiración inmediata asegura que no haya distractores en la administración durante el año electoral; esa misma característica de los nuevos integrantes les permitirá gobernar con cautela, sin prisas, con certeza.
Rogelio Sánchez Gatica tiene en su haber un gran prestigio y se le merece un gran respeto. Ya ha generado varios acercamientos que no pueden catalogarse como reconciliaciones –porque con él no ha existido conflicto-- pero sí deben verse como un beneficio para una administración municipal que se cuestionó y atacó. El mismo presidente municipal lo dejó en claro, se trata de una continuidad y de respeto a decisiones o compromisos que su antecesor asumió; ése es el gran reto del hombre maduro y conocedor del derecho.
Serán meses sumamente intensos, no solamente en el Partido Revolucionario Institucional; los otros espacios van con todo y habrán de competir. De darse el caso, serán dos senadores los que enfrenten la posición; uno con todo el apoyo del gobierno del Distrito Federal y otro de los espacios del poder del estado y del gobierno de la república. Graco Ramírez Garrido Abreu y Adrián Rivera Pérez tienen consigo la experiencia y, por supuesto, el talento; ambos tienen en contra de ellos a una parte en contra de sus aspiraciones en casa.
Una gran parte de la izquierda no ve con buenos ojos al hombre que ha manifestado su rechazo al candidato de unidad a la presidencia. Una vez definida la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, las cosas son mucho más difíciles para el aspirante de origen tabasqueño.
Para Adrián Rivera Pérez, la enemistad con el gobernador del estado le puede significar todo. Cuenta con el impulso de quien presume su compadrazgo –el mismísimo Presidente de la república-- pero a estas alturas tal vez no le sea suficiente.
Insistimos, meses, antes y después de las fiestas decembrinas, intensas, interesantes y definitorias.