Hoy en día, Acapulco es el destino turístico para muchos mexicanos que vivimos sobre todo en el centro del país, ha sido el lugar donde varios conocimos por primera vez el mar. Sin embargo, ya no es aquella maravillosa bahía, y es que en algún momento de su historia, empezó su decadencia; se nota en las aguas de algunas de sus playas, las más afectadas han sido Caleta y Caletilla por sus niveles de contaminación, sus inmuebles lucen descuidados, se detona falta de empleo cuando no es temporada alta y el peor de sus males: la inseguridad y la violencia son el pan de cada día. Parece ser que faltó seguir una estrategia que garantizara a largo plazo la preservación de los recursos naturales y la calidad de vida de los acapulqueños; se perdió el rumbo al no seguir la brújula de la sustentabilidad.
En la actualidad, el sector turístico representa una fuente importante de ingresos para el país, de hecho, según la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicio y Turismo (Concanaco) en el 2016 el turismo generó cerca de 12% de empleos, fue la tercera fuente de ingresos, por debajo de las remesas y el petróleo; y actualmente esta actividad representa el 8.5% del PIB y genera nueve millones de empleos.
México se encuentra entre los diez primeros destinos a nivel mundial, cuenta con una diversidad de atractivos turísticos para el gusto de todos: las playas, pueblos mágicos, lagunas, dunas, cavernas y grutas, selvas, bosques, zonas arqueológicas, etcétera. Fortalecer este sector resulta importante para impulsar la economía del país, sobretodo, en un contexto en el que el presidente de los Estados Unidos, Donal Trump, ha impulsado políticas migratorias que afectarán el ingreso por remesas, y por otro lado, la clara reducción en la producción petrolera del país. Pero para no repetir lo que pasó con Acapulco, y evitar que los destinos turísticos pasen del esplendor al olvido en un mediano plazo, debemos implementar acciones que consideren los cuatro aspectos de la brújula de la sustentabilidad: naturaleza, sociedad, economía y organizacional.
¿Qué significa eso? Primero, quiero mencionar que el 2017 fue declarado por la Organización de la Naciones Unidas como el Año Internacional del Turismo Sostenible para el Desarrollo. Recordemos que el término de “sostenibilidad” pone especial atención a los aspectos ambientales y económicos que se puedan mantener durante largo tiempo sin agotar los recursos o provocar daños al medio ambiente. Es un término que deja de lado los aspectos sociales; y aún más los organizacionales. Podemos decir que ese concepto se aplicó en la época dorada de Acapulco, se preocuparon por mantener una economía que dependiera exclusivamente el turismo, agotando los recursos naturales que tenían a la mano, por ejemplo, hace años, uno podía encontrar conchas en las playas, ahora, hay que tener suerte para que eso suceda, y es que éstas se utilizaron como materia prima para hacer recuerdos, de tal forma que la población consumió más rápido el producto que el tiempo que necesitan los moluscos para crecer.
Desde una perspectiva del turismo sustentable se cuidan los cuatro aspectos, de tal forma que se aprovechan los recursos haciendo un uso moderado de ellos, se establecen normas para la explotación de recursos naturales, la inversión pública y privada en las localidades, se propician fuentes de empleos con salarios justos, y no se ve el turismo como única fuente de ingresos, se ofrece un turismo de calidad incluso para los propios mexicanos. Las acciones que se tomen en el marco de la sustentabilidad detonarán bienestar de la sociedad, se trata de buscar un equilibrio que nos permita seguir aprovechando las riquezas turísticas que tenemos a los largo de todo el país.
Si no se planean estrategias sustentables, entonces el sector turístico llegará el declive en un futuro, y al igual que el petróleo, será irremediable y estaremos dando otra vuelta de tuerca. Evitemos que las atracciones del turismo vivan una época dorada para después dejarlas abandonarlas, cuidémoslas desde el principio, para que tengamos ingresos por turismo en el largo plazo.