En los últimos años el robo de combustibles se ha incrementado abruptamente en todo el país. De acuerdo a un artículo publicado este año en la revista Proceso, Pemex perdió en el 2017 la cantidad de 30 mil millones de pesos[1] como consecuencia del combustible robado por todo el país. El robo de combustible se realiza principalmente de tres maneras: por la perforación de los ductos (llamada toma clandestina), el robo de pipas y, recientemente, por robos a las plataformas.
Desde que Pemex lleva control de este fenómeno, el problema ha aumentado considerablemente: si en el año 2000 se detectaron aproximadamente 15 tomas clandestinas, para el 2016 se registraron alrededor de 6 mil 873 tomas[2]. En un inicio la mayor cantidad de tomas estaban ubicadas en una zona bien delimitada conocida como “el triángulo rojo”, que comprende seis municipios de Puebla y por donde pasa alrededor del 40% de combustible que recibe la Ciudad de México[3]. Sin embargo en los últimos años se han encontrado tomas clandestinas en otros estados como: Veracruz, Michoacán, Tamaulipas, Tabasco, Hidalgo, Morelos, entre otros.
En nuestro estado el problema ha aumentado dramáticamente. El año pasado, 2017, en Morelos el robo de combustible se incrementó un 349% de acuerdo a declaraciones presentadas por el director de Protección Civil de Morelos[4]. El robo de combustibles es un problema complejo que no sólo afectan gravemente a la economía del país, sino que también tiene un gran impacto ambiental, ya que la perforación de ductos provoca derrames no controlados de hidrocarburos que contaminan la tierra y el agua.
El año pasado en el norte de Cuernavaca se detectó la presencia de hidrocarburos en dos pozos de agua y, recientemente, en otros pozos ubicados en el sur de Cuernavaca: esto de acuerdo a declaraciones recientes del director de la Comisión Estatal del Agua[5].
La contaminación del agua por hidrocarburos representa un riesgo para la salud humana y, desafortunadamente, esta contaminación no se detecta visualmente (el agua no tiene ningún color) porque hay algunos compuestos incoloros que son muy solubles en agua. Algunos de estos contaminantes sólo pueden ser detectados por el olor y sabor desagradable que le da al agua: el MTBE (Metil-tert-butil éter) es uno de ellos.
El MTBE, producto presente en la gasolina mexicana, es un aditivo que se utiliza para incrementar el octanaje y su uso surgió como una alternativa para eliminar el plomo. El gran problema con el MTBE, es que cuando hay un derrame es un compuesto que fácilmente contamina aguas subterráneas, ya que difícilmente se degrada por biodegradación natural, y viaja grandes distancias por lo que es posible encontrarlo lejos de la zona del derrame. Además, de acuerdo a un estudio publicado por la Agencia Californiana de Protección Ambiental[6], el MTBE es posiblemente un agente cancerígeno.
A mediados de los años noventas en Estados Unidos se detectó MTBE en varios mantos acuíferos subterráneos, por lo que la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) estableció los límites máximos permisibles de este contaminante en el agua. En 1993 en California, Estados Unidos, se encontraron varios mantos acuíferos subterráneos contaminados y establecieron límites máximos permisibles en agua mucho más bajos que la EPA; posteriormente en varias zonas de Estados Unidos restringieron su uso como aditivo oxigenante y lo reemplazaron por etanol.
En nuestro país, la realidad es muy distinta. La Norma Oficial Mexicana NOM-127-SSA1-1994 Salud Ambiental. Agua para Uso y Consumo Humano no contempla los límites máximos permisibles para este contaminante, a pesar de que la contaminación por hidrocarburos ya es una realidad. Es urgente que los organismos oficiales modifiquen la NOM-127-SSA1-1994 y regulen la presencia de estos contaminantes en el agua.
Es necesario que las autoridades trabajen de manera coordinada para que no sólo se elimine el robo de combustible, sino que también estén monitorizando la existencia de estos compuestos en el agua para el consumo humano, animal y agrícola y, en caso de encontrar estos contaminantes, tomen acciones prontas para eliminarlos del agua.
Considero que lo ideal sería que se tomasen acciones similares a las de California, Estados Unidos, y que se eliminasen este tipo de aditivos de la gasolina mexicana.
[1] https://www.proceso.com.mx/529381/robo-de-hidrocarburos-cuesta-a-pemex-30-mil-mdp-en-2017-carlos-trevino
[2] https://expansion.mx/economia/2017/05/09/9-datos-para-entender-el-problema-de-robo-de-gasolina-en-mexico
[3] http://www.milenio.com/policia/triangulo_rojo-huachicoleros-ordena_ductos_pemex-puebla-milenio_noticias_0_950905075.html
[4] http://www.eluniversal.com.mx/estados/robo-de-combustible-en-morelos-aumento-349-durante-2017
[6]https://oehha.ca.gov/media/downloads/water/chemicals/phg/mtbef_0.pdf