Pero más nos impactó que en los cubículos legislativos manejen como inminente director al ex presidente del PRI, ex diputado local y federal y actual conductor motivacional de un programa televisivo y radiofónico, Guillermo del Valle Reyes. ¿Cómo está eso?
Indudablemente que Guillermo es un activo político de su partido, en la cancha de la política y copreside uno de los grupos priistas con presencia, de hecho el PRI que administró las prerrogativas en la oposición casi 10 años, un PRI digamos cómodo, que defendió su parcela a sangre y fuego. Hoy, son parte de las decisiones priistas junto con Maricela Sánchez Cortés y así, en pareja, se convirtieron en ese lapso en empresarios diversos, sobresaliendo casas de empeño y préstamos. Súbitamente combinaban la política con la labor empresarial a nivel regular.
El Canal Tres sobrevive desde siempre con alambritos amarrados, tornillos viejos sosteniendo mamparas. Es una maquinaria en extremo caduca que sólo tres o cuatro hogares pueden verlo por antena aérea. Los que lo observan lo hacen a través del cable. Ha tenido un sinfín de directores desde que lo creó Lauro Ortega y ha tenido momentos felices como cuando lo inyectó Antonio Riva Palacio López o hace 12 años con el Festival de Morelos del siempre bien recordado profesor Gabriel Efraín Castillo. Bueno, en una y otra etapa ahí estaba Fernando García Armendáriz haciendo de todo, lo mismo en el noticiero nocturno que en “La Hora de Morelos”, por cierto un programa interesantísimo, de aprendizaje puro. Igual que lo encontrábamos cerca de su tío y mentor el maestro Roberto Armendáriz Páez desde niño, auxiliando en la tarea cotidiana.
Es, pues, un personaje de los medios electrónicos, con el perfil para ello. Obviamente que cuando el canal tenía un verdadero jefe que era el gobernador, un subjefe que se trataba del coordinador general de Comunicación Social y el encargado del sistema que era el director, había posibilidad de entenderse. Hoy, quien esté al frente cuenta con 30 potenciales superiores que son los diputados. Sabemos que muchos no se meten ni les interesa, pero si Guillermo del Valle quiere ser el director, lo va a ser no sólo por los legisladores que le siguen fieles en la Cámara, sino también por los amarres que lleva su grupo con los otros priistas, incluido Amado Orihuela y la oposición. No tiene ningún problema.
El asunto no es saber si la gesticulación tan común –que además gusta en algunos sectores morelenses— del cuautlense sigue siendo admirada, sino qué rumbo tendrá el malogrado Sistema Morelense de R y T. La lógica indica que la intención de Del Valle y su grupo es usarlo como plataforma mediática personal, quizá ni siquiera del PRI, o de los partidos que, se dice, les han propuesto acercarse en caso que su tricolor los margine. No como un canal con permiso del gobierno, ni como concesionarios por tanto tiempo. No, serían, tácitamente, los dueños del sistema, y según la ley, el Congreso lo administra, pero su dueño, el auténtico y único, es el pueblo de Morelos.
Si Guillermo del Valle es director del Sistema se comete un acto arbitrario, se relega a cualquiera de los tantos profesionales de la radio y televisión que han dado su vida a ello, por la cosa política. Lo recibimos ayer como una posibilidad grande; esperamos que los responsables de determinar lo piensen dos veces.
En tanto, es una pena que separen a un profesional vertebrado en los medios electrónicos, pero hecho de pies a cabeza por el Sistema Morelense como es Luis Fernando García Armendáriz. Si Guillermo del Valle no aspira y nos han tergiversado la información, bienvenida cualquier aclaración. Si es un proyecto inmediato, que lo comparta a los lectores también.
La CNOP
El sábado inicia el proceso de renovación del comité directivo estatal del sector Popular del Partido Revolucionario Institucional. Es solamente el protocolo de algo que en la práctica se hizo hasta la semana pasada: el secretario general será quien se encargó de la CNOP varios meses, el licenciado Víctor Samuel Palma César, un político profesional, sin nada que probar. Le vendrá bien al PRI que sus sectores se activen formalmente, lo mismo que sus organizaciones en estos momentos, ya de efervescencia preelectoral. A Samuel Palma todos lo conocen. Si algo le sobra y se lo reconocen, es nivel.