En la era del nearshoring, México logró captar la atención de empresas globales que buscan optimizar sus cadenas de suministro acercando la manufactura a Estados Unidos, que es un país que durante mucho tiempo ha tenido presencia en la México con un modelo de maquila que había traído beneficios a ambos países. Actualmente, las amenazas de Trump contra la industria maquiladora mexicana no son discursos vacíos. Responden a un movimiento social y político de los obreros norteamericanos subempleados, por la robotización industrial y amenazados por la emergencia de las industrias asiáticas. Ellos reclaman la supresión de la maquila mexicana y fuerzan a las grandes empresas, asiáticas y europeas, a buscar una nueva base manufacturera en EUA. El potencial resultado inmediato es el fin de la maquila mexicana. Aquí se reseñan las causas y consecuencias de ese fin.
La robótica industrial fue iniciada en 1980 por las empresas japonesas: Kawasaki, Motoman y Fanuc, para aliviar la escasez de mano de obra local y así poder aumentar su producción a bajo precio. Por su parte, las grandes empresas norteamericanas, presionadas por el aumento salarial de los obreros, decidieron trasladar sus empresas ensambladoras de EUA a China, Corea del Sur y México. El resultado fue el despido masivo de los obreros norteamericanos que convirtió a Detroit en una ciudad fantasma y generó una gran masa de trabajadores con empleo precario mal pagado. Ese fue el origen de la industria maquiladora mexicana que por más de medio siglo ha crecido en forma sostenida con una tasa superior al 6% anual. También fue el origen del descontento de los obreros norteamericanos subempleados, quienes culparon al partido Demócrata por su marginación y originaron el movimiento MAGA (Make America Great Again) orientado al nacionalismo y la supremacía blanca como remedio a su situación precaria y dirigido a recuperar la bonanza de buenos sueldos para los obreros, ahora subempleados.
En los países europeos y asiáticos como Japón o Alemania, el desempleo derivado de la robotización y la exportación del ensamble hacia países con más bajos salarios se compensó con un aumentó en la innovación para colocar a los desempleados en el sector de servicios. Nunca olvidaré la breve conversación que tuve en 1984 con un dirigente de la Nippon Steele Corporation a bordo del tren bala de Tokio a Hiroshima. Me explicó que los obreros despedidos por la automatización eran capacitados para formar pequeñas empresas en el ramo de alimentos y servicios las cuales, a su vez, servían de proveedores de la propia empresa. De esa manera, las empresas grandes japonesas recortaban su nómina directa y generaban empleos en PYMES que las beneficiaban, sin afectar sus finanzas. Por eso no se produjo desempleo de obreros en Japón y sí se aumentó su productividad.
En China, el desarrollo de la maquila de productos extranjeros se acompañó de un intenso programa de innovación. Como resultado de ello, el número de patentes solicitadas por residentes de China durante 2021 fue cinco veces mayor con respecto a las solicitudes de patentes de EUA (1.4 millones vs. 260 mil). Esto explica por qué China es el centro mundial de innovación y por esa razón su productividad y efectividad comercial son muy altas.
Por otra parte, si comparamos a Corea del Sur con México, países que en 1980 eran maquiladores, las solicitudes de patentes en esa fecha fueron muy similares en número (1,241 vs. 714). Pero, en 2021 los inventores coreanos solicitaron 244 veces más patentes que los mexicanos (286,000 vs. 1,117). Esto explica por qué los grandes empresarios obtuvieron altas tasas de ganancias sin invertir en innovación, comparada con una intensa actividad innovadora de los coreanos. El resultado neto fue la creciente dependencia y debilidad de nuestra economía frente a la norteamericana porque no tenemos un mercado interno fuerte ni otros clientes internacionales para nuestras manufacturas. Por lo tanto, estamos en una situación económica muy vulnerable, frente a la estrategia nacionalista de Trump.
Por 50 años nos mantuvimos dependientes de la importación de alimentos, medicinas y equipos electrodomésticos, con un solo cliente para nuestras manufacturas. Ahora, Trump está dispuesto a cumplir sus amenazas para cerrar sus fronteras a la manufactura mexicana barata, lo cual, marca el fin de la bonanza maquiladora mexicana, sin que tengamos una estrategia alternativa para salir adelante. México va a tener que pagar un costo muy alto por medio siglo de negligencia empresarial y gubernamental para el fomento de la innovación y se requiere que nuestros dirigentes superen el modelo de producción sin innovación.