Sin embargo, poco le duró el gusto a dicho funcionario judicial, pues el 6 de diciembre del mismo año el Pleno del TSJ lo destituyó y colocó en su sitio a María del Carmen Verónica Cuevas, dizque porque ella sí poseía carrera judicial. Allá y entonces se indicó que González García fue removido porque “pactó alianzas” con Julio Ernesto Pérez Soria, emisario del Congreso local ante el mismo Consejo de la Judicatura, gracias a lo cual se impulsaron algunos dictámenes y determinadas decisiones que, indudablemente, molestaron a varios de los panegiristas de Miguel Angel Falcón Vega, máximo titular del TSJ, entre quienes siempre ha destacado Andrés Hipólito Prieto. Este último no tuvo el menor empacho para acusar de nepotismo a González García, “amén de que ha pretendido dividir la unidad conseguida al interior del Poder Judicial por el doctor Falcón”. Etcétera, etcétera.
Aquel conflicto, indudablemente auspiciado por Miguel Angel Falcón Vega utilizando a su cancerbero Andrés Hipólito Prieto, propició que José Valentín interpusiera sendo juicio de garantías en un juzgado de distrito, mismo que recientemente ganó. El asunto dará tema para rato, pues el juzgador perteneciente al Poder Judicial de la Federación ordena restituir a González García al interior del Consejo de la Judicatura, independientemente de que la sentencia exhibe la forma en que, desde la presidencia del TSJ, se violó la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Por otro lado, pero en más del Poder Judicial morelense, ayer trascendió que otro personaje con gran influencia sobre el doctor Falcón es Federico Guillermo Espinoza Camacho, secretario general de acuerdos del multicitado Consejo de la Judicatura. Según Jesús Millán Toledo, secretario general del Sindicato Unico de Trabajadores al Servicio del Poder Judicial, “se ha convertido en la máxima autoridad administrativa del Tribunal Superior de Justicia”. Desde su óptica, Espinoza pasa por encima de la ley (la interpreta a su modo), obstruye las buenas relaciones laborales y afecta el diálogo institucional entre el gremio y los consejeros. Y en este creciente conflicto enfrentado por Falcón Vega saltan nuevos hechos discrecionales. No solo se está presentando la desaparición de fianzas acumuladas en el Fondo Auxiliar para la Administración de la Justicia, sino también el tráfico de influencias por parte del citado secretario general de acuerdos, quien está repitiendo los mismos “pecados” de los cuales se acusó el año pasado (al parecer injustamente) al magistrado Valentín González García: nepotismo y amiguismo. En fin.
Cambiando de frecuencia comentaré que el alcalde de Cuernavaca, Manuel Martínez Garrigós, asistió ayer como invitado especial al Sexto y último informe del gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, quien el próximo 15 de septiembre entregará el cargo a Eruviel Avila, otro gran amigo de MMG. Habrá quienes hasta se digan “compadres” del virtual candidato del PRI a la presidencia de la República, pero aquí aplica el dicho de que “son muchos los llamados, pero pocos los escogidos”. Al tiempo…Y en más sobre el Ayuntamiento de Cuernavaca diré que es indispensable la intervención de Martínez Garrigós en Obras Públicas Municipales, donde un sujeto de nombre José Casas está haciendo pingües negocios. Quiso extorsionar con 130 mil pesos al señor Carlos Gómez y a otro más apellidado Tola, representantes de una obra realizada en las inmediaciones de un conocido hotel ubicado en la avenida Díaz Ordaz, a fin de autorizarles determinados trámites. Este tipo de “servidores públicos” daña la imagen de MMG. Urge una investigación a fondo en el área.
La diputada Hortensia Figueroa Peralta hasta ayer pudo tomar posesión como presidenta de la Junta Política y de Gobierno del Congreso local, expresando un magnífico deseo: “En este tercer y último año de la LI Legislatura es importante que la voluntad y esfuerzo de los treinta legisladores estén orientados a atender temas que beneficien directamente a la sociedad y no en situaciones de desgaste interno”. Desde luego, la legisladora perredista asume así una actitud institucional, pero ya conoce lo suficiente la conducta de quienes, durante los pasados dos años, se dedicaron a fomentar sus intereses partidistas, grupales y particulares. Figueroa confía en que todos los asuntos pendientes serán resueltos, dentro de un contexto de penurias financieras, porque han de saber ustedes que encontró un Poder Legislativo en bancarrota, con su presupuesto de 289 millones de pesos agotado. Obviamente con referencia a lo anterior, acotó ayer: “Sin el ánimo de desgastar ni exhibir a nadie, los 30 diputados debemos actuar con mucha responsabilidad en la revisión del manejo de los recursos, sobre todo ante sucesos que ha habido, de incidentes como algunos cheques rebotados”. Al igual que hace dos años, ayer empezó la danza de los millones en el Congreso morelense. “¡La pura vida!”, diría don Antonio Espino y Mora, mejor conocido como “Clavillazo”.
Ya viene la sustitución de Luis Manuel Rodríguez Olvera al frente de la Sección 19 del SNTE. Entre el 23 y 25 de septiembre se emitirá la convocatoria al Consejo Seccional Extraordinario. Y un mes después se hará el ansiado cambio. La gestión de LMRO se ha caracterizado por la mediocridad y su patético desempeño como magnífico pelele del Comité Ejecutivo Nacional. Quien realmente manda ahí es Moisés Armenta Vega. A las pruebas me remito.