El rancio olor que inunda la sala y que se desprende de una pieza escultórica vertical, elaborada con pequeñas frituras esponjadas de colores naranja y roja, y la vista, en una imagen fotográfica en una pared al fondo, de un hombre obeso en edad productiva, de más de 170 kilos de peso, que muestra su abultado abdomen mientras es auxiliado por un grupo de personas para poder subir a una camilla, son repelentes para los sentidos.
No son trabajos que se admiren por su color, composición, su estética o cualquier otro elemento para la apreciación artística.
Ambos materiales son muestras de una realidad cruda de nuestros días, en este mundo moderno y globalizado: la alimentación chatarra y sus consecuencias, no sólo nos descompone y perjudica a nivel individual, sino además, socialmente, ha empezado a hacer entrar en crisis a los sistemas de salud de los Estados.
Las piezas de la exposición, no son trabajos que se admiren por su color, composición, su estética o cualquier otro elemento para la apreciación artística. (Fotografía: José Antonio Gaspar)
La reflexión que provocan ambas obras es tan sencilla como la pequeña frase escrita al ´pie de la escultura: “…somos lo que comemos”. ¿La supervivencia a costa de qué?
Lo grotesco de esos dos ejemplos, contrasta en otra de las salas del Museo de la Ciudad de Cuernavaca, con una bellísima fotografía de un árbol de duraznos florido, mientras un hombre oriental alarga uno de sus brazos hacia las flores de una rama.
Lo que en realidad está haciendo el horticultor es polinizar de forma artificial su jardín, y lo hace de forma manual al igual que otros de sus compañeros, para mejorar la cosecha de frutas, en una tarea que le corresponde originalmente a la naturaleza.
Aunque se trata de una técnica utilizada hoy en día en zonas lluviosas, donde la polinización puede ser escasa, quizá también podría tratarse de una advertencia apocalíptica.
¿Terrible alusión a la desaparición de poblaciones de abejas por la catástrofe planetaria denominada Síndrome de Colapso de las Colmenas?
El comentario y la duda vienen al caso, porque otra de las fotografías expuestas presenta a residentes de Beijing mientras observan abejas para la polinización –dentro de unas pequeñas cajas, como si fueran para chocolates- durante el séptimo Simposio Internacional de la Fresa, en febrero de 2012.
Los ejemplos destacados, forman parte de la exposición El planeta en movimiento. Alimentación, presentada en la capital morelense en el marco de la sexta edición de Cinema Planeta, Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente de México, que tuvo lugar durante el pasado mes de abril.
*MANIFESTACIONES QUE EXPONEN Y CUESTIONAN DE DÓNDE PROVIENE NUESTRA COMIDA
Imágenes opuestas sobre el cultivo de vegetales en China.
Respecto a la muestra, los organizadores explican: “Muchos factores han contribuido en el incremento de la esperanza de vida de la humanidad. Este hecho pone mucha presión sobre la tierra para producir alimentos. Entre 1940 y 1970, se trató de solucionar este problema con la llamada ‘revolución verde’, impulsada por el ingeniero Norman Borlaug. “Desafortunadamente, dicho movimiento creó más inconvenientes como los organismos genéticamente modificados (OGM), la agricultura y ganadería industrializadas y la aparición del concepto fast food”, lamentan.
Por fortuna para todos, aclaran, “han surgido discursos y movimientos que se oponen al excesivo procesamiento de los alimentos y buscan alternativas saludables a lo que llevamos a nuestra boca. Desde Rachel Carlson con su ‘Primavera silenciosa’, pasando por la ganadería orgánica, los huertos en casa y hasta los freegans (es decir, ‘gente que emplea estrategias alternativas para vivir, basadas en una participación limitada en la economía convencional, y en un mínimo consumo de recursos’), poco a poco se incrementa el movimiento en favor de una alimentación soberana y sostenible”.
En cuanto a los trabajos que componen la exhibición, refieren que El planeta en movimiento. Alimentación, recopila 41 fotografías, capturadas y elegidas por la Agencia de Noticias Xinhua, “las cuales muestran las manifestaciones que se han gestado alrededor del mundo para exponer y cuestionar de dónde proviene nuestra comida”.
Puntualizan que Xinhua es la agencia de noticias del gobierno de la República Popular China, la cual cuenta con más de 180 oficinas desde las cuales transmite imágenes e información en 9 idiomas, lo que permite llegar a más de 70% de la población mundial, y que la organización tiene más de 15 000 empleados, convirtiéndola en una de las agencias de noticias más grandes del mundo.
“Cinema Planeta, 6to Festival Internacional de Cine y Medio Ambiente de México y la agencia Xinhua se han unido para presentar esta exposición fotográfica que nos recuerda que, elegir lo que comemos, es también un acto político, un paso más en la revolución de la cuchara”, subrayan.
*LOBOS CON PIEL DE OVEJAS
Los animales sacrificados se amontonan de manera pavorosa. (Fotografía: José Antonio Gaspar)
En la exhibición se presentan otras dos instalaciones con referencias al mismo tema: en otra sala se ve en el suelo un conjunto de botellas de plástico para refrescos, vacías, con una pieza de cuatro patas que quiere representar a un cordero, para traer a colación la expresión “lobos con piel de ovejas”, mientras en el fondo, se ve una foto de unos pequeños con sobrepeso, haciendo ejercicio. El mensaje es contundente.
La imagen representa a “un grupo de niños hace aerobics en un campamento de verano enfocado en mantener la forma física en la ciudad de Wuhan, capital de la provincia central china de Hubei, el 15 de julio de 2011. El campamento está dirigido a niños con problemas de obesidad que durante 28 días aprenden a comer lo justo y llevar una vida más disciplinada, además de hacer ejercicio de forma intensiva”, dice la cédula correspondiente.
El otro trabajo coloca encima de tres podios de diferentes alturas, en colores amarillos y blancos, a tres representaciones de cuerpos de pollos descabezados, con plumas y patas, mientras la fotografía del fondo retrata a dos hombres que trabajan en una pollería en un mercado en la ciudad de México. Los animales sacrificados se amontonan de manera pavorosa.
La cédula de la foto indica que “según informes de las autoridades sanitarias, el consumo de huevo o carne de pollo no representa ningún riesgo para la salud, ya que el virus de la influenza aviar tipo A, subtipo H7N3 que se ha registrado en México, no afecta a los seres humanos”.
En realidad sí los afecta, pero en sus bolsillos, ya que el sacrificio masivo ha sido argumento para elevar el precio en el mercado de esa carne y de los huevos. Lo trágico para los animales es los productores han tenido mayores ganancias por esta circunstancia que por la venta directa.
De manera irónica, en los podios se escribió aquel comienzo de canción infantil que dice “pollito chicken, gallina gen”, así con “g”, en lugar de “h”.
Un ejemplo de hasta dónde llegan las redes de las empresas trasnacionales que utilizan ese tipo de carne para sus productos se muestra en otra fotografía.
La cédula refiere que se trata de personas que distribuyen productos de la cadena de restaurantes de comida rápida KFC, “a través de un túnel debajo de la frontera entre Gaza y Egipto, el 15 de mayo de 2013. El envío de comida de KFC, una de las cadenas más famosas a nivel mundial, ha sido posible en Gaza luego de que la compañía Al-Yamama comenzara su distribución desde Sinaí, al norte de Egipto, en la frontera con Gaza”.
*LAS VACAS CONTRIBUYEN AL CALENTAMIENTO GLOBAL
Lo cómico que puede resultar la imagen de una vaca en primer plano, ataviada como si fuera a una excursión, se disipa ante la realidad. (Fotografía: José Antonio Gaspar)
Lo cómico que puede resultar la imagen de una vaca en primer plano, ataviada como si fuera a una excursión, se disipa cuando uno se entera que es una imagen tomada en Argentina –uno de los grandes consumidores de carne del mundo-, en donde un rumiante “carga en su lomo el sistema de medición de gas y su mochila contenedora en la ciudad de Castelar a 30 km de Buenos Aires”.
Lo espantoso del dato es que hace referencia a que un bovino adulto “produce cerca de 1000 litros de gas por día, con una concentración de metano de aproximadamente el 30 por ciento. Según la FAO los rumiantes son los responsables de un 18 por ciento de las emisiones mundiales que contribuyen al calentamiento global”.
Es decir, entre mayor sea la producción de carne de res en el mundo, mayor será la cantidad de contaminantes que se arrojen a la atmósfera. ¡Provecho para el siguiente bistec!
*DE PESTICIDAS, AZOTEAS VERDES Y CLONES DE BÚFALO
Hay tres imágenes que tocan el tema del cultivo de vegetales de manera opuesta: en una se ve a dos personas que arrojan pesticidas en un cultivo de trigo en un pueblo chino, en otra es un robot el que rocía pesticidas sobre tomates.
La tercera foto presenta una azotea verde de un edificio residencial en el mismo país y su cédula dice: “A pesar del reducido espacio en la ciudad de colinas, los ciudadanos de Chongqing hacen pleno uso del espacio de los techos donde se construyen jardines con plantas verdes, flores y hortalizas, que parece el paisaje único de la ciudad. Por el momento la cobertura del jardín de la ciudad ha llegado a 37%”, asegura.
Una última escena escalofriante, es la de una misma fotografía que se repite con un búfalo transgénico clonado, que es presentado ante los medios de comunicación en la universidad de Guangxi en Nanning, capital de la región autónoma de zhuang de Guangxi, en el sur de China, el 19 de diciembre de 2010.
Se explica que los científicos clonaron dos búfalos a partir de embriones transgénicos de los cuales sólo uno sobrevivió.
Para finalizar, cabe decir que el hombre obeso de la primera fotografía descrita, se sube a una camilla con la ayuda de su padre y el personal del hospital de Xinqiao de Chongqing, al suroeste de China, porque decidió acudir al médico para recibir ayuda y tratar de bajar de peso con base en un método saludable y científico. Tiene 38 años de edad, mide 1.65 metros de estatura y su peso es de 171.11 kilogramos.
“La obesidad le ha traído muchos problemas a su vida desde que él comenzó a subir de peso en 1996”, remata el pie de foto.