“Se trata de la obra de una artista con talento, con mucho talento, con alta calidad en su factura, bien realizada y con un discurso propio, cada vez más desenvuelto.”
Las piezas que integran la exposición La magia de la forma, de Mar Gasca, confirman lo que ya anunciaba la exhibición anterior de esa misma creadora, la primera muestra individual en su trayectoria, Morada interior: se trata de la obra de una artista con talento, con mucho talento, con alta calidad en su factura, bien realizada y con un discurso propio, cada vez más desenvuelto.
Por eso es inevitable cuestionarle si se considera perfeccionista y en qué momento sabe que la pieza ya está lista, que ya no debe agregarle nada.
“Sí me considero perfeccionista – responde Mar Gasca en entrevista-, incluso mucho de mi trabajo es muy minucioso; un trabajo que lleva mucho tiempo para realizarlo, aparte del tiempo de concebirlo; pero la verdad yo lo disfruto mucho y así soy en mi vida en general”.
Yo considero que una obra está finalizada, agrega, “cuando algo te dice que hasta ahí tienes que trabajar dicha pieza, porque si le haces más empiezas a complicarlo todo o empiezas a dejar de decir lo que quieres decir. En ese momento es cuando puede uno pensar que la pieza está terminada”.
Integrada por 35 trabajos elaborados como esculturas en barro Zacatecas y piezas de original sobre papel –al óleo, wash y encausto-, así como gráfica en madera, en metal y con procesos alternativos como chine colé, la exposición La magia de la forma fue inaugurada el pasado viernes 2 de septiembre, en el Museo de la Ciudad de Cuernavaca (MuCiC) y permanecerá en exhibición hasta el domingo 25 de este mismo mes.
*DIFERENTES CAMINOS A PARTIR DE LAS FORMAS ORIGINALES
-Parafraseando el título de tu muestra, ¿qué hay de mágico en las formas y que logras concretar en las piezas que creas a partir de ello?
-Las formas que yo utilizo, primordialmente, son formas orgánicas,
que saco de caparazones, de conchas, de semillas. Y de ahí es que empiezo a partir para encontrar diferentes caminos. Es donde yo siento que existe como una magia: los diferentes caminos que se pueden ir encontrando mediante las formas originales, pero que se van desarrollando a través del proceso creativo.
-Al respecto, ¿cómo es tu proceso creativo?, ¿hay una investigación previa o respondes a los impulsos que nacen de las ganas de crear?
-Hay una investigación previa en cuanto a cuál es la estructura de las formas originales que ocupo, por ejemplo, cuál es la estructura del esqueleto de un pescado. Me pongo a estudiar de qué manera es que funcionan estas estructuras para mantener al objeto y de ahí yo empiezo, con el proceso creativo un poco más libre, a desarrollar las piezas.
-Al ver las piezas, logras que uno se sumerja en su propio interior y que haya una visión de la poética, ¿cómo consigues esto?
-Yo creo que tiene que ver mucho con la introspección, con la introspección que hago en cuanto a las piezas mismas, pero también con lo que a mí me interesa resaltar o decir de esas piezas, para que dejen de ser esas formas orgánicas de origen, que dejen der ser solamente una forma que está ya en la naturaleza para empezarle a dar un nuevo significado en el que, muchas veces, el espectador se ve reflejado. Se ve reflejado como hacia esta parte del origen, hacia esta parte de lo desconocido, pero que está en cada uno de nosotros.
*DIÁLOGO ENTRE LAS PIEZAS
-También presentas en la exposición trabajos de tres series, una de ellas es Corseletes, ¿qué significado tiene?
-Los corseletes son como estos corsés que se utilizaban hace tiempo. Las formas del trapecio invertido me parecía que eran como si fueran unos corsés que contienen, a la vez que son como el armazón que contiene una forma.
-Otros trabajos llamativos son los de la series Tierra métrica y Esbozos, ¿cómo los concibes estéticamente?
-La de Tierra Métrica empieza con el mismo principio de donde sale la de Corseletes, que es trabajar sobre el trapecio invertido y empezar a encontrar algunas formas que surgen de esa misma forma original, para empezar a tomar caminos distintos.
En esa serie en particular, utilizo mucho el fondo: es parte de los objetos centrales. En cada pieza son dos objetos, trato de trabajar un poquito más el fondo y de incluirlo, que no solamente se muestran los objetos, sino que el fondo tiene una presencia que se incluye perfectamente ahí.
La diferencia entre esa serie y la de Esbozos, es que ésta fue la primera que hice de esta manera. Tomé una forma que era más o menos como un rombo y de ahí empezaba a alargar algunas formas, algunas de las piezas son bastante más orgánicas que otras, algunas son como si fuera una semilla que está medio amarrada. Esa es la manera en que empecé ahí y por esa serie sale una de las pinturas que está en la exposición; por la serie de Tierra métrica salen otras piezas, incluyendo Corseletes. Entonces hay como un diálogo entre las piezas que son de pintura original sobre papel y las otras, que son más objetos.
*EL AGUA QUE NUNCA VUELVE A PASAR
-Además de la poética que puede haber en la pieza en sí, también la hay en los títulos que les pones a tus trabajos, ¿qué me puedes decir de Río efímero?
-Viene de una cuarta serie de estudio de formas, en el que trabajo igual: trapecio invertido, pero lo empiezo a deformar mucho más. Y tomo esa deformación como una forma de origen, que sí se parece a muchas semillas, pero que no la tomé como de una pieza en específico encontrada en la naturaleza, sino que más bien esa pieza la fui descomponiendo.
La tomé como forma de origen y empecé a trabajar las piezas. La que me comentas, Río efímero, está tratada con diferentes técnicas y al principio, lo que yo quería hacer de esa pieza, era una cosa muy diferente a lo que resultó.
Está tratada con óleo esgrafiado. La manera como yo dibujé, por así decirlo, fue esgrafiando el óleo, quitando óleo y que quedara solamente el fondo de color y quedaran después como una hojas. Después lo que traté de hacer fue dividir la pieza, para darle una diferente lectura conforme a las otras que estaba realizando. Y metí una franja de color, como magenta, para hacer un contraste visual y resaltar. Así como unas hojitas que van cayendo y me parecía que era como un río, este río que está ahí todo el tiempo, pero que a la vez es efímero, porque el agua que pasa por ahí pues nunca vuelve a pasar.
*UN ECO CON LO QUE ELLOS SIENTEN
-¿Qué te ha dicho la gente al ver esta exposición, La magia de la forma, en el MuCiC?
-Es interesante, porque en abril de este año, tuve mi primera exposición individual, Morada interior, y la gente se pudo acercar por primera vez, formalmente, a mi trabajo. En esta segunda ocasión, en la que muestro piezas diferentes a la exposición anterior, mucha gente que incluso no había ido, pero que pudo conocer mi trabajo por un catálogo que saqué, fue a esta exposición y pudo encontrar una poética, como bien dices, también una similitud o un eco con lo que ellos sienten.
A mucha gente le pareció un trabajo de alta calidad, bien realizado y un discurso propio que se va construyendo poco a poco. En la anterior, al ser la primera, no había como un punto de comparación, de cómo va avanzando un trabajo. Y con esta segunda, sí se va viendo cómo el trabajo va evolucionando poco a poco, cómo yo voy encontrando de alguna forma la manera de expresar lo que siento, mis intereses particulares y así.