Se cumplen, este martes 26 de agosto, 100 años del nacimiento del narrador de origen argentino
El escritor Ricardo Ariza acaba de publicar, sin apoyos institucionales, el libro Antología de cuentos latinoamericanos, un compendio de textos breves y completos de grandes plumas de la región.
Sin embargo, el primer volumen de la colección “Sello Impreso”, no abre con un relato de ficción, sino con una carta escrita hace casi 60 años, el 20 de septiembre de 1954, la que le escribió Julio Cortázar a Juan José Arreola, desde París.
“Quise incluir esa carta –indica Ariza en entrevista- porque es toda una cátedra de cómo escribir cuentos, creo que es esclarecedora, iluminadora incluso. Y al buen lector le va a bastar esta carta para abrir su percepción de lo que es el arte cuentístico”.
De las reflexiones que el autor de origen argentino le hace en la misiva a su colega mexicano, Ricardo Ariza dice quedarse con una en particular: “Clamo por el mismo planteamiento que hace Cortázar, de que el cuento debería enseñarse en las universidades, así como la poética”.
Es importante leer y escribir cuentos en los centros educativos, añade, “porque ayuda a la imaginación, ayuda a generar una capacidad mayor de poder ver situaciones en donde no las hay, que es la habilidad del escritor. En las escuelas hay disciplinas que están enfocadas al desarrollo del individuo, son herramientas, entonces la del cuento es una muy importante, porque ayuda a tener muchas perspectivas”, asegura.
Este martes 26 de agosto, se cumplirá un siglo del nacimiento del autor de Rayuela, 62 Modelo para armar, Historias de cronopios y de famas, La vuelta al día en ochenta mundos.
Sin ninguna relación con ese aniversario, como admite Ariza, para la antología se seleccionó Axolotl, “escogí ese cuento de Cortázar, porque creo que es muy cercano a los mexicanos, aunque todo ocurre en el Museo de Ciencias Naturales de París”, argumenta el compilador.
-Es una especie de Metamorfosis kafkiana o más bien cortaziana.
-Sí, Cortázar es un gran seguidor de Kafka, un gran admirador, quizá por la eficacia, por la potencia de las historias, por la manera en que las cuenta. Precisamente, hablando de la técnica, es lo que elogia Cortázar de Arreola, le dice: usted tiene el nocaut. Habla que la novela es la búsqueda del vellocino de oro y el cuento es en sí el vellocino. Dice que muchos de los cuentistas, incluso los franceses, cometen el error de confundir el bosque por los árboles.
Esto quiere decir que, mientras en la novela, se van desplegando diferentes niveles de las historias, en el cuento, por la cuestión de la extensión, no puede ser el mismo tratamiento. Cortázar comparaba la cuentística con el boxeo, decía que el lector debe caer por nocaut. En esa carta también le menciona a Arreola que hay dos o tres cuentos que no alcanza a amarrar, es decir, que están un poco sueltos.
-Le puntualiza que los mejores cuentos de Confabulario y Varia invención, de Arreola, son los más breves.
-Sí, la brevedad es fundamental en el arte del cuento.
*MAÍZ EL SUSTENTO QUE DA LA VIDA
Ricardo Ariza ha participado en diversos proyectos editoriales como El ojo, revista sobre sexualidad, erotismo, arte y cultura, apoyada por la universidad del estado; el periódico Postal en el que estuvo durante tres años y el suplemento Artetipos, del periódico La Opinión de Morelos, en donde permaneció un par de años.
Aunque él se autodenomina “escritor de versos”, es autor de los libros de poemas El título es consecuencia del azar, Física de cuerpos ausentes y la antología personal En donde la memoria arda. Ha sido incluido en antologías de poesía y cuento de México y Latinoamérica. En la actualidad colabora en la revista francesa El Café Latino con distribución en Canadá, Europa y Sudamérica.
Su proyecto más reciente, que en breve se imprimirá, se llama Maíz el sustento que da la vida, libro que es “una historia sobre este cereal y su presencia en Mesoamérica, su desarrollo y otros aspectos, en un lenguaje llano”, apunta.
* NO LE TENGO GRAN CONSIDERACIÓN COMO POETA
Responde de manera extensa cuando se le recuerdan los cien años del natalicio de Julio Cortázar, al cuestionarle por qué considera que es una voz que sigue teniendo presencia.
“Cortázar es parte de un movimiento histórico, del boom latinoamericano y estamos en un tiempo en donde la mayoría de los exponentes ya no quedan vivos. Todos los demás ya se fueron.
“Evidentemente, hay una revisión, hay una relectura de las nuevas generaciones. Son artistas que dieron para mucho, por el tipo de ideas que planteaban acerca no solamente de qué escribir, sino de cómo escribirlo.
“Yo no diría que Cortázar fue un gran experimentador, sino un gran realizador, yo lo veo un poco a la manera de Picasso, cuando declaraba que él no buscaba, él encontraba.
“Recuerdo contenidos extraordinarios de Julio Cortázar, como ese homenaje que le hace a su tocayo Julio Verne: La vuelta al día en ochenta mundos, profusamente ilustrado con fotos suyas, con collages, etc. No solamente era un escritor.
“Por otra parte, yo no le tengo gran consideración como poeta, francamente. He leído algunos poemas suyos y no terminan de gustarme, no tanto como leer Rayuela, Historia de cronopios y de famas, o La Autopista del Sur.
“Es algo que le subraya en la carta a Arreola: usted me gusta mucho porque usted es un poeta, aunque le aclara que odia los cuentos poéticos. Y tiene razón. Creo que en realidad la cuestión poética viene en la profundidad del tema, cuando se plantea un cuento.
*TOCAN LOS TIMBRES INCONSCIENTES
“Por supuesto que Julio Cortázar es poético, aunque de una manera poco entendible quizá y no tiene por qué ser entendible, en términos de razón; por ejemplo, cuando Cortázar te plantea Instrucciones-ejemplos sobre la forma de tener miedo, que son historias breves.
“Esos cambios de realidad son los que están en el tenor de la poesía y tocan los timbres inconscientes y esos símbolos arquetípicos que disparan mecanismos que no alcanzamos a entender, precisamente porque no son un aspecto racional de la realidad”.
Explica que, en el género de la novela, Córtazar “es un gran maestro, un gran técnico de cómo mantener la atención en un campo mayor de extensión, como es la novela”.
Sin embargo, acota Ariza, “si pensamos en Rayuela, por ejemplo, esos intercambios entre los capítulos, esa especie de Modelo para armar, de decir: a ver escoge la novela que tú quieras y vemos que cada parte funciona de una manera individual también, cada capítulo está contando una historia, una historia que se puede mezclar con otras”.
“Y al final, en las primeras lecturas, a muchos nos deja una sensación de preguntas: qué pasó, cómo pasó, en dónde pasó, entre tanta referencia poética, la vida cultural de París, las evocaciones de Argentina y los personajes, que viven de una manera más como viven los cronopios”.
*MATERIAL PARA LOS LECTORES QUE SE ESTÁN FORMANDO
-En esta década también se cumplirán los centenarios de los grandes cuentistas mexicanos: Juan Rulfo, Juan José Arreola y Edmundo Valadés. La aparición de este libro es muy pertinente en ese sentido, todos están incluidos.
-En realidad he de confesarte que el libro no tiene un interés de ir más allá de ser una selección que caiga en manos de alguien adecuado, yo pienso en los estudiantes, que están abiertos, porque los adultos a veces le tienen miedo a los libros, por muy elementales que sean. Los ven y piensan que es una pérdida de tiempo, que es mejor ver la televisión.
Hay personas que me han dado buenos comentarios de la selección de los cuentos, la cual veo completamente deficiente, porque una antología no puede incluir a muchos, se quedaron muchos fuera y por la razón más mezquina: no había más espacio. Autores como Julio Torri, Elena Garro, Rosario Castellanos, Octavio Paz.
-¿Tienes la intención de editar un segundo volumen?
-Un segundo y un tercero, esto es un esfuerzo independiente y muchos de los ejemplares son regalados y otros de cooperación voluntaria.
La intención siempre fue dirigir un material a los lectores que se están formando. El interés es que la gente lea un poco más, interés que nada más tenemos nosotros, porque las autoridades son nulas, no tienen una estrategia, desdeñan este trabajo. Incluso la gente misma, los probables lectores prefieren entregarse a otros entretenimientos; entonces yo ya dejé de pelearme con eso, los adultos no me interesan, me interesa que los jóvenes lean.
*EN EL CALLEJÓN DEL LIBRO
Cabe señalar, respecto al volumen, que presenta en portada una obra original del pintor morelense Cisco Jiménez. “Es un emblema latinoamericano, es una reinterpretación de la pirámide de Tikal, rellena de un tornamesa”, dice Ariza, quien concluye que “las lecturas son material que abre puertas a los lectores que apenas van comenzando o a aquellos que ya tienen mucha experiencia”.
El libro se puede conseguir, los fines de semana, en el Callejón del libro, frente a catedral, en el centro histórico de Cuernavaca o directamente con Ricardo Ariza, en el correo: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.