A diferencia de otros poetas que han proclamado que la poesía no sirve absolutamente para nada, el autor morelense Sergio Mondragón, en sus ochenta años, sostiene que a él le ha servido para darle sentido a su vida.
Para el creador de El aprendiz de brujo, el leer y escribir poesía es ya parte inseparable no sólo de su cotidianidad, sino incluso de su propia naturaleza, tanto como lo es ver, oír o comer, resalta el más reconocido bardo de esta tierra sureña.
A pregunta expresa acerca de que han transcurrido varios años desde la publicación de un poemario suyo, dado que la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicó el último en el 2006, con el título Poesía reunida (1965-2005), Mondragón dice con humor y entre risas que, “ni modo, soy un escritor que escribe poco”.
Entrevistado en el Museo Cuauhnáhuac, en el marco del homenaje que se le realizo por sus ocho décadas de vida, el escritor morelense que nació el 14 de agosto de 1935 en la calle Degollado de Cuernavaca, expresa de qué manera recuerda la casa que habitó en su infancia.
“Me he asomado por ahí y está totalmente reformada. Hay comercios y cosas así, pero la casa que yo recuerdo era de un largo pasillo, un gran lugar con unas fuentes, húmedo y había mucha vegetación y un piso arriba. Hoy a lo mejor ya ni existe esa casa. Lo que yo vi por afuera era una nueva construcción”, señala.
*LAS PALABRAS CONFLUYE A LAS PUNTAS DE LOS DEDOS
“Sentir que las palabras confluyen a las puntas de los dedos donde está el lápiz y que confluyen con el funcionamiento del cuerpo, todo eso es para mí escribir poesía”. (Fotografía: José Antonio Gaspar)
-Hay poetas que han dicho que la poesía no sirve absolutamente para nada, y usted en sus versos, en este homenaje que se le hace por sus 80 años, se afirma y reafirma como un poeta que sigue teniendo fe en ella, ¿qué es lo que le ha permitido seguir manteniendo esta fe en la poesía, en un mundo cada vez más convulso y violento?
-Pues mire, a mí la poesía me sirve para darle sentido a mi vida. Yo creo que el lenguaje es algo que está enraizado e interpenetrado con el ánimo de uno, con la psique de uno. Y leer poesía y escribir poesía es para mí parte inseparable: es como ver, como oír, como comer, gustar.
Escribir y leer poesía, mirar el mundo con los ojos que el poeta transfigura, porque imagina, y sentir que las palabras confluyen a las puntas de los dedos donde está el lápiz y que confluyen con el funcionamiento del cuerpo, todo eso es para mí escribir poesía.
Ya es un hábito de toda la vida y no concibo la vida de otra manera que en conexión con la lectura y con la escritura.
-¿Usted hace ese ejercicio todos los días, escribir poesía, aparte de leerla?
-Pues mire: sí y no, porque no necesariamente teniendo el lápiz en la mano todos los días, pero sí en función del lenguaje.
Yo me levanto y, a veces, lo primero que hago es escribir, pero otras veces no.
Sin embargo, yo atiendo mi jardín, limpio a mis perros, ayudo en unas labores de la casa, como preparar el desayuno para que mi hija se pueda ir a la escuela.
Todo eso siempre está en conexión con el lenguaje, está en conexión con el funcionamiento físico del cuerpo. El lenguaje es el órgano por excelencia de la poesía. Es un milagro saberse vivo, sentirse vivo y poner todo eso en servicio de depurar el trabajo que uno hace y mi trabajo pues es escribir.
*AUNQUE VAYA A DAR AL CESTO DE LA BASURA
-Hace muchos años que no vemos un título nuevo suyo, el último fue el publicado por la UNAM, que era una recopilación. ¿Qué dice en ese sentido?
-No pues esto que le acabo de contar. Yo soy poco prolífico, el decir que escribo con frecuencia no significa que salve eso con frecuencia. Es también un ejercicio psicológico: el sacar cosas, aunque vayan a dar a cesto de la basura. Sí, yo soy un escritor que escribe poco. Ni modo, jajajaja.
-Pero es el más reconocido poeta del estado de Morelos y hacía falta este homenaje.
-Muchísimas gracias por decir lo que acaba de decir. Y le agradezco también a mis queridos amigos Javier Sicilia y Paco Rebolledo el que hayan hecho esto como un regalo de cumpleaños. Porque los cumplí el 14 de agosto.
*AMAR NO SÓLO ES COMBATIR Y COMPARTIR
-Por último, Octavio paz decía que “Amar es combatir” y maestros espirituales han dicho que “Amar es compartir”, ¿usted de qué lado se queda?
-Yo con las dos cosas y podemos añadir otras.
-¿Cómo cuáles?
-Amar es... no tenemos escape. Amar es también estar vivo, imagínese usted qué milagro es estar vivo: oír, ver... hasta sufrir, porque es el espectro humano maravilloso que incluye todas las vivencias.