Ahora sí que su descubrimiento de esa expresión artística, fue un “flechazo” a primera vista, tanto así –revela-, que la llevó a cambiar radicalmente el rubro en el que se había especializado en la universidad: la escultura.

“Di también todo un cambio por lo visual y lo instantáneo que es la fotografía, me enamoré de las cosas que tú puedes hacer instantáneas”, declara en entrevista con Bajo el volcán, durante la apertura de la magna muestra de la que forma parte.

Quien visite la serie fotográfica que se exhibe en las salas del primer piso del Museo de la Ciudad de Cuernavaca (MuCiC), se llevará una sorpresa, porque si bien esa colección se titula El Circo, no se trata de uno común y corriente.

Es un circo en donde las protagonistas enmarcan su femenina belleza, entre barbas y bigotes, demostraciones de vigor, apariencia lobuna, flexibilidad extrema, aspecto bicéfalo y hasta ostentación de extremidades de seres acuáticos.         

Se trata de un conjunto a color, con marcos negros especiales que distinguen la dedicación a cada foto, en donde se asoman personajes como La mujer lobo, La mujer barbuda, La mujer forzuda, La mujer contorsionista, La mujer de dos cabezas o La mujer sirena, entre otras.

Y forma parte de la muestra El color de la carne, inaugurada el pasado viernes 6 de noviembre, con la que la Facultad de Artes de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, festeja su XVI aniversario y en la que participan 14 artistas.  

*BELLEZA FEMENINA Y CIRCO DE HORROR

 -Vemos muchas referencias a personajes del circo. ¿Por qué este tema?

-Sí, tiene que ver mucho con los personajes del circo, del circo de horror y también está inspirada en películas antiguas, de culto clásico de las películas de horror.

Entonces, basándome en esas fotos, videos, películas del cine de horror y del circo freak, me inspiré para hacer esta serie.

También utilizo mucho la imagen de la mujer tatuada: en todas las fotos, las chicas que son mis modelos están tatuadas, porque llega en un momento en que la sociedad las considera como freaks.

Es también como rescatar esta cultura del tatuaje que está ahorita muy de moda. Hice una mezcla entre el circo de horror y el horror de los tatuajes de la gente, pero realmente son chicas muy bonitas, que también reflejan mucho la belleza femenina y es este contraste de la belleza femenina con el circo de horror.

Porque si llegas, entras y ves una foto de una chica que está como mujer araña, aunque es muy bonita te da miedo, entonces es como ese manejo de contrastes en la temática que usé para esta serie.

*ESTAMOS LUCHANDO PARA QUE LA GENTE VEA ARTE ACTUAL

En una parte de la conversación, la artista admite que si bien la capital morelense tiene muchos años creando arte, “creo que Cuernavaca apenas se está abriendo al arte, porque la gente no se compenetra con el arte. Estamos luchando para que la gente venga a ver muestras de arte contemporáneo. Muchos artistas son alumnos y maestros”.

Para hacer esta serie, precisa Echeverría, “yo lo que buscaba en el espectador  es que viera la belleza de la mujer, pero también ese contraste del horror. Porque son complementos que buscaba para mi exposición”, por lo que admite que su obra tiene un sentido lúdico.

*CHICA TATUADA NO SÓLO ES PARA DESNUDOS

-¿Qué te decían las modelos?, ¿protestaban?

-A ellas les encantaba porque son alternativas, a ellas les encanta modelar, posar y mostrar su cuerpo tal como es. Y el estar todas llenas de tatuajes les llamó mucho la atención, cuando les propuse el proyecto, porque ahora hay como la idea de que la chica tatuada es para fotografía de desnudo y yo no muestro absolutamente nada de desnudo, y aun así aquí están y se ven sus tatuajes.

-Tú misma tienes tatuajes y haces referencia a esos tatuajes como si fueran algo de horror.

-De hecho mis tatuajes no son de horror, son como tradicionales: marineros, sienas, barcos, pero la gente ya te relaciona con el show, con que eres freak, entonces sí va un poco en relación a la expo. Y sí, ya también te etiquetan.

*BELLEZAS EXÓTICAS, NO SOMETIDAS

-¿Qué te llevó a la fotografía?

-Yo llevo cuatro años haciendo fotografía profesionalmente, pero estudié escultura en la Facultad de Artes y di también como todo un cambio por lo visual y lo instantáneo que es la fotografía, me enamoré de las cosas que tú puedes hacer instantáneas. 

Y también me gusta mucho la producción: me meto en todo, vestuario, escenografía, en todo, entonces no nada más tomo fotos, sino también me meto en todo lo relacionado con la producción de la imagen.

-Con tu fotografía, ¿buscas la reflexión o la diversión en tu espectador? ¿O asustarlo?

-Creo que es un poco divertida, y como trato mucho con el juego, creo que les gustó mucho. Creo que es muy llamativa, independientemente de que son imágenes muy simples, a excepción de una de las modelos. Carecen de un escenario y un fondo, creo que a la gente le llama mucho la atención, los atrae y a mí me gusta que el espectador se sienta identificado con mis fotografías.

Buscaba no que se horrorizaran pero sí que se sintieran identificados con alguna.

-El tema del circo, ¿será como una añoranza de tus años de infancia?

-Muchas de mis fotografías tienen como referencia mi infancia y la belleza de la mujer. El 90 por ciento de mis fotografías son retratos de mujeres, muchos también son autorretratos, entonces también juego mucho con eso y me encanta poner a las mujeres en una pose de belleza y no como sometidas. Son como bellezas exóticas o algo así.