La xenomorfo Dolichogenidea es un parásito que se instala al interior de su víctima y se la come antes de nacer al mundo.
¿Recuerdan la trama de Alien, el octavo pasajero? ¿Recuerdan como los facehugger se incrustaban en el rostro de los exploradores para incrustarse al interior, donde se incubaba y luego salía, sangriento y asesino, al mundo exterior rompiendo el tórax de sus víctimas un pequeño Xenomorfo? Bueno, pues por esa misma razón es que una nueva especie de avispa ha sido bautizada como Dolichogenidea xenomorfa.
“El xenomorfo Dolichogenidea actúa como un parásito en las orugas de forma similar a la criatura ficticia de Alien en su huésped humano- explicó en un comunicado Erinn Fagan-Jeffries, estudiante de doctorado en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad australiana de Adelaide e investigadora principal del equipo que catalogó a la especie-La avispa también es negra y brillante como la alienígena, y tiene un par de rasgos extraños para el género, por lo que xenomorfo, que significa ‘forma extraña’, encaja muy bien”.
Las avispas xenomorfas inyectan sus huevos en orugas vivas para que sus larvas tengan alimento suficiente para madurar. Es decir que se comen a las orugas desde adentro, hasta que maduran y se convierten en avispas adultas. Cuando han comido hasta saciarse hacen estallar a la oruga para salir a la superficie.
Tiene un ovipositor extremadamente largo, una estructura en forma de aguja que las avispas hembras usan para inyectar sus huevos en su huésped. El anfitrión de esta especie es una oruga polilla que se alimenta de hojas de eucalipto.
La xenomorfo Dolichogenidea es una de tres avispas recientemente documentadas que son parasitoides, es decir que deben matar a su huésped para completar su ciclo de vida. Este caso en específico fue recolectado en Queanbeyan, New South Wales, al sur occidente de Australia, aunque los investigadores piensan que su distribución es mucho más amplia.