Es un hecho que hay un malestar general, que seguramente se verá reflejado en estos días, cuando la población exija cuentas a sus ediles, y es que basta ver los problemas que enfrentan los municipios metropolitanos (que colindan con Cuernavaca) para darnos una idea.
Jiutepec, por ejemplo, es uno de los casos más graves. Las deudas rebasan a la administración de Miguel Ángel Rabadán Calderón, que a pesar que desde el Congreso local recibió el apoyo para recurrir a un crédito, éste simplemente no ha liberado los recursos, y lo único cierto es que no hay obra pública.
En Jiutepec a todas luces se puede percibir por ejemplo los negocios desde el Poder, ya que se siguen construyendo condominios, no obstante el gran problema que existe con la distribución de agua.
Tecnourbe, constructora que se dedica a la edificación de casas de interés social, obtuvo permisos para edificar viviendas a unos minutos del zócalo de este municipio, sin la certidumbre de darles agua potable a sus compradores.
Hoy en día, el edil y su equipo pretenden aprovechar el pozo que tramitaron ante el Gobierno del Estado vecinos de Lomas de Jiutepec, situación que ya provocó el enojo de aquellos ciudadanos que _sin apoyo del ayuntamiento_ realizaron las gestiones ante la Comisión Estatal del Agua y Media Ambiente (CEAMA) para el pozo, que de paso hay que decirlo, está en un terreno propiedad de los vecinos de la Unidad Habitacional Hacienda de los Casillas, que desde hace 10 años carecen de agua.
La administración de Jiutepec, en un colmo de cinismo, construyó la red del pozo a las casas de Tecnourbe para asegurarle a la constructora el servicio, mientras que aquellos que lo gestionaron ni siquiera cuentan con ese servicio, y ahora Rabadán Calderón en programas radiofónicos presume como una acción de su gobierno el pozo, cuando su gobierno no puso un solo centavo.
Y por si fuera poco, éste trata de evadir su responsabilidad, en cuanto al estudio de viabilidad para entregar el servicio de agua potable a la constructora, pero basta recordar que el edil era director del Sistema de Agua Potable cuando este fue entregado.
Sin duda, son dos problemas graves que enfrenta el ayuntamiento de Jiutepec: el agua y la inseguridad pública, pero a ello hay que agregarle la insolvencia de este gobierno.
En Cuernavaca ahí la cosa tampoco está nada bien, pues todo parece que el gobierno del joven priista Manuel Martínez Garrigós, se está reservando para cerrar con éxito su administración, pero mientras ¿qué puede informar?
Lo peor es que los funcionarios del gobierno capitalino están inmersos en la elección interna del PRI, mientras que el munícipe anda de viaje por Argentina.
El gobierno promovió un crédito de 600 millones de pesos, pero este dinero no es empleado y sólo está generando intereses.
La indolencia de los alcaldes les puede salir muy cara, porque en las mismas se encuentra Nereo Bandera Zavaleta, edil en Temixco, aferrado a construir un mercado para los comerciantes del tianguis que se instala en ese municipio cada lunes.
El munícipe argumenta el peligro que representa el tianguis, pero en el fondo es que pretende beneficiar a una constructora, que será la que a final de cuentas reciba el pago de cada uno de los locales, pero en copropiedad, es decir los tianguistas legalmente ni siquiera podrán decir que esos espacios les pertenecen.
Tal parece que se trata también de un negocio con muchas ganancias, y siendo suspicaz podríamos decir que será beneficiada aquella empresa que esté dispuesta a repartir.
Con esto nuevamente cuestiono: ¿Qué informe nos darán los ediles en los próximos días?
De otras cosas…
Lo único que no permite avanzar en la negociación del presupuesto para el próximo año, es el crédito de mil 500 millones de pesos que se pretende solicitar. De ahí en fuera está todo planchado… Hasta el próximo martes.