No hay duda de que hemos vivido tiempos muy difíciles en este 2020. La pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2, un virus que hace un año era completamente desconocido, ha cambiado por completo la manera en que vivimos. No solo ha afectado nuestra salud física y mental, sino también la economía y organización de la población mundial. Sin embargo, aunque hoy en día sabemos mucho más acerca de este virus, también cada día descubrimos nuevos síntomas y consecuencias de la enfermedad que produce. En esta serie de entregas, hablaré de los inicios de la pandemia y trataré de describir lo que la ciencia ha podido descubrir a la fecha y las cosas más importantes que debemos saber del virus, así como las acciones preventivas que debemos tomar para reducir el riesgo de contagio y el desarrollo de las vacunas que nos podrán ayudar a prevenir la enfermedad.
Los inicios de la pandemia
Estudios filogenéticos relacionados con la evolución del virus indican que el SARS-CoV-2 (llamado antes 2019-nCoV) surgió entre octubre y noviembre del 2019. Como se mencionó en la publicación del 3 de agosto en esta columna (http://acmor.org/articulo/como-surgen-los-virus-que-infectan-al-humano-origen-y-evolucion-del-sars-cov-2-0), todas las evidencias apuntan a que el virus pudo haberse originado a partir de un linaje viral presente en murciélagos, pero que adquirió los cambios suficientes para infectar a otros mamíferos y entre ellos a humanos (Figura 1). A pesar el parecido, lo que es claro es que no se ha encontrado el virus de SARS-CoV-2 en murciélagos, pero si en otros animales, como se comentará en una siguiente entrega.
Figura 1. Relación evolutiva entre los coronavirus del género betacoronavirus. Árbol filogenético de máxima verosimilitud realizado con los genomas completos de 13 coronavirus. Cada par de ramas parte de un nodo (origen) común. Cada nodo representa a un ancestro común. La distancia al nodo refleja el tiempo de divergencia desde el ancestro. Por ejemplo, SARS-CoV-2 de México tiene un ancestro común más cercano con el SARS-CoV-2 de Italia que con el MERS-CoV. Significa que ha pasado menos tiempo desde que las variantes de SARS-CoV-2 de México e Italia se separaron a partir de una misma población. Creada por Alejandro Miguel Cisneros Martínez.
Para el 1 de diciembre, se registra el paciente cero o primer caso de la enfermedad que, si bien no estaba caracterizada aún, se relacionaría con otros casos provenientes del mercado de mariscos Huanan en la ciudad de Wuhan. Cabe mencionar que dicho paciente cero no reportó haber visitado el mercado de mariscos, pero sí tomó una serie de transportes públicos que seguramente fueron el sitio de la infección. Para el 16 de diciembre, se documentan oficialmente los primeros casos de lo que conocemos ahora como COVID-19 aunque el agente patógeno no fue caracterizado sino hasta el 24 de diciembre, en el Hospital Central de Wuhan, utilizando tecnologías de secuenciación masiva. Gracias a la información genética del virus obtenida, fue posible realizar un análisis que determino que el patógeno era un virus de la familia de los beta-coronavirus. Cabe resaltar que a partir de esta fecha clave, fue posible diseñar las sondas moleculares que hoy son utilizadas para realizar la prueba clínica de detección del SARS-CoV-2.
Entre el 26 y 30 de diciembre, la aparición de varios casos de neumonía atípica no solo en la ciudad de Wuhan, sino también en otros puntos de la provincia de Hubei, levantarían las alarmas de lo que se temía fuera una epidemia de síndrome agudo respiratorio severo (o SARS por sus siglas en inglés). Para el 31 de diciembre del 2019 fue hecha pública a nivel mundial la noticia de un brote de neumonía atípica que alertaría al resto del mundo. Para ese momento, el conteo era de 27 casos en total, donde 7 casos fueron reportados como graves y 2 se encontraban en la fase de recuperación. Los funcionarios de salud chinos informaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre este grupo de pacientes con una neumonía misteriosa, la mayoría conectados al mercado de mariscos de Huanan.
Para enero, el nuevo coronavirus o 2019-nCoV (renombrado tiempo después como SARS-CoV-2) lleva a tomar medidas de confinamiento en la provincia de Hubei, las cuales no pudieron evitar que el virus se esparciera por el mundo. El 11 de enero China registra su primera muerte vinculada al nuevo coronavirus; el 13 de enero se registra en Tailandia la primera infección por coronavirus, la cual también es la primera fuera de China. Para el 20 de enero de 2020 se informa del primer caso en Estados Unidos, un hombre de 35 años en el condado de Snohomish, Washington. Finalmente, para el 30 de enero de 2020 la OMS declara una emergencia de salud pública mundial. Como se ha comentado en varias de las publicaciones de esta columna, el esparcimiento del virus por el mundo fue más rápido de lo imaginado ya que la movilidad a nivel mundial, el tiempo que lleva el desarrollar síntomas detectables y el alto porcentaje de casos asintomáticos, han resultado en una pandemia que sigue en muchos lugares fuera de control.
Panorámica general y situación actual en México
Actualmente, se han registrado a nivel mundial 58,456,049 casos de contagios dentro de los cuales tenemos un total de 1,384,897 defunciones, según lo registrado en el sitio de la Universidad John Hopkins (https://coronavirus.jhu.edu/map.html). En la Figura 2, se puede apreciar que el virus se ha esparcido por todo el mundo y la tendencia de la acumulación de casos sigue al alza. Esto nos indica que a nivel mundial la pandemia aun no esta controlada, pero en algunos países como Australia, se ha llegado a cierta contención de la pandemia, pero en muchos otros ha habido repuntes en el número de casos registrados. De manera interesante, China que fue el epicentro de la pandemia, tiene aproximadamente unos 86,000 casos y un poco mas de 4,000 muertes registradas, mientras que Estados Unidos se ha convertido en el nuevo epicentro de la pandemia donde se registran mas de 12 millones de casos y más de 256,000 muertes.
Figura 2. Panorámica general de casos diagnosticados de SARS-CoV-2 en el mundo. En la parte central se observa la distribución en los diferentes países donde cada círculo rojo indica entre 50,000 y 2,500,000 casos, según el tamaño del círculo. En cada panel vemos la distribución de casos y muertes por país, así como el acumulado diario de casos en el mundo (parte inferior derecha). Imagen capturada de https://coronavirus.jhu.edu/map.html
En México, la panorámica no es mucho más alentadora y estamos lejos del control de los contagios y de la enfermedad. Según la información registrada y condensada por Google (https://news.google.com/covid19/map?hl=en-US&mid=%2Fm%2F0b90_r&gl=US&ceid=US%3Aen) actualmente se registran 1,025,969 casos de contagio y una preocupante cifra de 100,823 muertes. Estas cifras posicionan a México en el lugar número 11 en casos registrados y en el número 4 en muertes registradas, correspondientemente. Si consideramos que no solo tenemos cerca del 10% de índice de mortalidad en el país, sino que también estamos cerca de contribuir al 8% del total de muertes a nivel mundial, el problema esta lejos de estar controlado. Desgraciadamente, México es uno de los países donde se realizan menos pruebas diagnósticas para detectar el virus de SARS-CoV-2 con lo que es difícil tener un control de la epidemia. Las pruebas diagnósticas nos permiten tener un seguimiento sobre todo de aquellos casos asintomáticos y así poder rastrear los posibles contactos para poder realizar un aislamiento preventivo. Otra ventaja que dan las pruebas diagnósticas, es poder atender de manera temprana a los enfermos. Una de las razones por las cuales el número de muertes es significativo en el país, se puede relacionar a una atención tardía de la enfermedad, lo que conlleva a complicaciones y finalmente a la muerte.
Las pruebas diagnósticas y el confinamiento para el control de la pandemia
Un buen ejemplo de la utilidad de las pruebas diagnósticas y el confinamiento se ha podido observar en China. Justo en la ciudad de Wuhan donde la pandemia comenzó se tomaron medidas muy fuertes, pero a pesar de ello no dejaron de realizar pruebas diagnósticas. Entre enero y abril se impusieron medidas de restricción en dicha ciudad, para poder controlar los casos de COVID-19. Unos meses después de la reapertura de Wuhan, solo se observaron 6 nuevos casos entre abril y mayo de este año, con lo cual se podía considerar la pandemia bajo control. Sin embargo, entre el 14 de mayo y el 1 de junio, se realizó un diagnostico masivo en la ciudad de Wuhan, utilizando pruebas moleculares basadas en ADN, con lo cual se tuvo un aprendizaje epidemiológico importante de la enfermedad. Todos los residentes de la ciudad con seis años o más de edad fueron elegibles para el estudio, de los cuales participaron 9,899,828 (92.9%). Si bien no se identificaron nuevos casos sintomáticos, si se pudieron detectar 300 casos asintomáticos. En la Figura 3, vemos la distribución de los casos asintomáticos con respecto a su ocupación laboral. Como se puede observar, casi el 45% de los casos fueron de personas que permanecían en casa o realizaban labores en la misma. Esto es consistente con información recopilada a lo largo de la pandemia, donde la mayoría de las infecciones se dan en casa cuando algún miembro sale a trabajar y relaja las medidas de higiene dentro de su núcleo familiar ya que no presentan ningún síntoma.
Figura 3. Distribución de los casos asintomáticos según su profesión u ocupación laboral. Modificada de https://www-nature-com.biblioteca.ibt.unam.mx:8080/articles/s41467-020-19802-w
Haciendo un rastreo, no se encontraron casos positivos entre las 1,174 personas que tuvieron contacto cercano con los casos asintomáticos. Por otro lado, 107 de 34,424 pacientes con COVID-19 previamente recuperados, dieron positivo nuevamente. Sin embargo, al realizar ensayos donde se tomaron muestras y comprobaron si había capacidad infectiva en cultivos celulares, se observó que a pesar de que las pruebas moleculares dieran un resultado positivo (posiblemente un falso positivo), el material genético del virus presente en los pacientes, no pertenecía a partículas virales infectivas y posiblemente eran restos que el sistema inmune deja al combatir y controlar la enfermedad. Por lo tanto, se puede concluir que la prevalencia de la infección por SARS-CoV-2 en Wuhan fue muy baja entre las cinco y ocho semanas al final del confinamiento. Esto nos sugiere que las medidas de confinamiento estricto fueron exitosas y las pruebas moleculares pueden ayudar a controlar una epidemia y dan certidumbre para tomar decisiones de cómo volver a la normalidad.
La situación actual de Morelos
Aunque el costo del muestreo puede ser elevado, en una situación donde la epidemia causa el 10% de mortalidad en una población, estaría plenamente justificado el gasto. Esto no solo ayuda a la toma de decisiones de manera consiente e informada, sino que da una percepción de control sobre la situación, con la cual la población puede responder de una mejor manera al confinamiento, el cual se puede reducir de manera importante, como se ha observado en China y en una ciudad como Wuhan con cerca de 11 millones de habitantes. Por ejemplo, el estado de Morelos tiene cerca de 2 millones de habitantes, distribuidos principalmente en 4 ciudades, donde Cuernavaca representa casi el 25% de toda la población en el estado de Morelos. La inversión que se puede hacer en diagnósticos para controlar la epidemia en la región podría contribuir a un control mucho más efectivo, como se observó en Wuhan, China. La intención es poder detectar los casos asintomáticos y rastrear los contactos que hayan tenido para así no seguir propagando la enfermedad y tener programas de confinamiento mucho más dirigidos y reducidos. Con estas medidas, la economía y la sociedad no se verían afectadas por tanto tiempo. Aunque Morelos tiene en la actualidad 7,404 casos registrados y 1,277 muertes, ubicándolo en el lugar 30 de numero de contagios registrados, no deja de ser importante mantener las medidas de confinamiento, sana distancia y uso de cubrebocas ante la falta de pruebas diagnósticas. Lo más preocupante en este momento, es el aumento de movilidad, que para la mayoría de las circunstancias ha regresado a la misma frecuencia que se tenia antes de la pandemia, como se observa en las estadísticas encontradas en el sitio de Google https://news.google.com/covid19/map?hl=en-US&mid=%2Fm%2F01btwx&gl=US&ceid=US%3Aen
En las siguientes entregas hablaremos de las medidas preventivas y más detalles de lo que sabemos del virus, que ha dejado de ser considerado como una enfermedad respiratoria, ya que es capaz de producir una enfermedad multisistémica que se ve agravada por otras epidemias que ya estaban presentes en la población mexicana, como la diabetes, hipertensión y obesidad, con lo que se convierte en una sindemia (conjunto de epidemias).
Esta columna se prepara y edita semana con semana, en conjunto con investigadores morelenses convencidos del valor del conocimiento científico para el desarrollo social y económico de Morelos. Desde la Academia de Ciencias de Morelos externamos nuestra preocupación por el vacío que genera la extinción de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología dentro del ecosistema de innovación estatal que se debilita sin la participación del Gobierno del Estado.
Referencias
https://www-nature-com.biblioteca.ibt.unam.mx:8080/articles/s41467-020-19802-w
Ligas de interés
https://coronavirus.jhu.edu/map.html
https://news.google.com/covid19/map?hl=en-US&mid=%2Fm%2F0b90_r&gl=US&ceid=US%3Aen
https://news.google.com/covid19/map?hl=en-US&mid=%2Fm%2F01btwx&gl=US&ceid=US%3Aen
http://www.acmor.org/articulo/un-nuevo-coronavirus-que-es-eso-nos-tenemos-que-preocupar
http://www.acmor.org/articulo/covid-19-seis-meses-del-inicio-de-la-pandemia-segunda-parte
http://www.acmor.org/articulo/covid-19-seis-meses-del-inicio-de-la-pandemia-primera-parte