Un estudio reciente de la Universidad de Washington, Estados Unidos, mostró que los efectos negativos a la salud que podrían tener los rasguños de los gatos en humanos pueden llegar a provocar esquizofrenia y trastorno esquizoafectivo.
La investigación tomó muestras de personas con esquizofrenia controlada médicamente y se les comparó con un grupo de control con la intención de monitorear los efectos de la infección por Bartonella. El resultado arrojó que alrededor del 80% de los pacientes con esquizofrenia tenían presencia de esta bacteria, mientras que el grupo de control solamente mostró una incidencia de menos del 10%.
Todos los pacientes que participaron en el estudio tenían gatos como mascota, por lo que se consideró que el factor de riesgo podría ser similar. La bartonella es una bacteria que es común en gatos con pulgas o garrapatas, ya sean casos activos de invasión o casos de animales que fueron tratados para esto en el pasado.
Este estudio, publicado en la revista Vector-Borne and Zoonotic Disease, una de las revistas de zootecnia y veterinaria más importantes de Estados Unidos, buscó mostrar la posible relación entre casos de esquizofrenia y la infección por bartonella provocada, entre otras cosas, por las heridas que deja un gato doméstico.
Por ahora, se siguen buscando relaciones entre la bartonella y la esquizofrenia, así como sus diferentes variantes, para poder tener más certeza de si esta puede ser una causa o un factor para las enfermedades neuropsiquiátricas de este tipo. Estos son solamente resultados preliminares.
Los investigadores encargados de este estudio ya están poniendo en marcha los siguientes pasos de pruebas, en los que analizarán más bacterias que pueden infectar el torrente sanguíneo y que están presentes en mascotas para poder descartar o confirmar más consecuencias de esto mismo.