Los telescopios ópticos son los más conocidos, pero hablemos sobre otros tipos y su importancia para observar el universo.
Gracias a un telescopio, Galileo Galilei fue capaz de observar la Luna, las estrellas y Júpiter en 1610. Ahora, nuestro planeta cuenta con múltiples observatorios con gigantescos telescopios terrestres que observan el sistema solar y mucho más allá. Además, también los hemos enviado al espacio, con la idea de investigar más sobre el universo.
Antes de hablar sobre los tipos de telescopios terrestres; comentemos qué son y para qué sirven. Empecemos por los telescopios ópticos, que son los más conocidos (aunque no los únicos). Un telescopio terrestre óptico es aquel que se encuentra en la Tierra y que usa lentes y la luz para aumentar las imágenes. Por ejemplo, los clásicos telescopios para que los niños (o no tan niños) observen las estrellas desde el patio de casa son de este tipo. Y muchos observatorios tienes enormes telescopios ópticos para observar el universo.
Como decíamos, los telescopios terrestres, sean ópticos o de otro tipo, lo que hacen es ayudarnos a observar mejor los cuerpos que aparecen cielo; ya que el ojo humano no es suficiente para distinguirlos. Este es el principal objetivo de los observatorios, de ahí su nombre. Desde mirar los planetas del sistema solar como Venus o Júpiter, hasta las estrellas más lejanas. Incluso hemos conseguido sacar una fotografía de un agujero negro con las observaciones que se pueden hacer desde la Tierra. Sin embargo, no son las únicas; porque los telescopios espaciales también nos ayudan. Pero de estos hablaremos un poco más adelante.
Tipos de telescopios terrestres
Los telescopios pueden ser de varios tipos. El óptico es el más conocido, pero también pueden ser radiotelescopios o telescopios infrarrojos.
Los radiotelescopios en realidad son antenas que captan ondas de radio. Es diferente porque más que para ver sirve para escuchar. Un ejemplo es el Very Large Array en Nuevo México, ALMA en Chile o, hasta hace bien poco, el de Arecibo. Este último, además, es el que aparece en la película Contact.
Otro forma de mirar al cielo es a través de los infrarrojos. Gracias a estos telescopios se puede mirar a través del polvo que hay en el espacio, que suele bloquearlo todo; pero que en el infrarrojo se vuelve transparente. De este modo, tenemos acceso a regiones del universo que antes no habríamos podido ni soñar. Hay varios de estos telescopios: el Very Large Telescope del Observatorio Europeo del Sur (ESO); el Observatorio de Mauna Kea en Hawái y el Observatorio Paranal en Chile.
En el caso de los telescopios infrarrojos se puede decir que son más un modo que un telescopio distinto. Si nos fijamos en los ejemplos, algunos ópticos e infrarrojos coinciden. Como es el caso del Observatorio de Mauna Kea, del Very Large Telescope y muchos otros de los que no hemos hablado. En definitiva, mediante instrumentos añadidos se puede conseguir que un telescopio óptico observe el espacio a través del infrarrojo.