El equipo de la Sam Houston State University de Texas (Estados Unidos) ha analizado dos muestras por separado y ha concluido que cuentan con las características del reptil
Juan Diego Daza es un herpetólogo y profesor asistente de la Sam Houston State University de Texas (Estados Unidos) y co-autor de una investigación que señala que el dinosaurio más pequeño es en realidad un lagarto. El equipo de expertos ha analizado dos especímenes de 99 millones de años de antigüedad, uno de ellos conservado en ámbar.
"Es un animal muy raro que no se parece a los lagartos que vemos hoy", ha indicado Daza en un comunicado referido por la CNN. Los herpetólogos del informe consideran que el ejemplar fosilizado habitó la Tierra en un momento "en el que se originaron muchas especies". Para Daza, esta sería la razón por la que su apariencia puede resultar engañosa, ya que "tienen características que pertenecen a una especie". Sin embargo, "no encajan del todo".
El nombre original que se otorgó al espécimen es el de Oculudentavis khaungraae y, aunque el estudio indica que este dinosaurio es un lagarto, la denomoniación se mantiene. El equipo de investigación ha analizado las dos muestras por separado y ha concluido que cuentan con las características propias de un reptil.
Una estructura propia en reptiles
Los dos ejemplares disponen de una dentadura que va directamente unida al hueso de la mandíbula, propiedad que no comparten con los dinosaurios. Además, entre las muestras encontraron una estructura que se habría inflamado por instinto, una característica común en muchos reptiles actuales.
Imagen del ejemplar de Oculudentavis khaungraae conservado en ámbar (EFE/Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont)
Daza considera que la confusión reside en la presencia de ámbar en unos de ellos. Sea cual sea el motivo, el equipo cree que su trabajo es "desvelar los misterios ocultos de estas formas de vida, para descubrir más acerca de nuestro pasado".
Durante su labor, han sido lo más "cuidadosos" posible para evitar que los especímenes se deterioraran en el proceso. Aun así, Daza parece no atribuirse demasiado crédito a su hallazgo. El herpetólogo considera que el mérito reside "en los mineros que arriesgan sus vidas para recuperar fósiles que están envueltos en ámbar".