Seguramente con la jornada de vacunación contra COVID-19 en marcha cada vez escuchas a más personas que aseguran que sienten que después de recibir la inmunización tuvieron la sensación de que perderían una extremidad. Por ello, ahora te explicaremos por qué duele el brazo después de vacunarse.
Antes de preocuparte demasiado por tu salud o por las posibles consecuencias después de aplicarte el tratamiento contra el coronavirus, debes saber que este efecto se presenta en la mayoría de los tratamientos que buscan combatir un virus o una bacteria.
El dolor después de la vacunación varía de persona a persona; hay quienes incluso no pueden mover el brazo, tienen insomnio por la sensación de malestar e incluso tienen la percepción de que alguien los golpeó o los atacó en la zona en donde aplicaron la intección.
¿Por qué duele el brazo después de vacunarse? Es una de las preguntas recurrentes en internet y redes sociales de personas que buscan una explicación a esa sensación tan incómoda.
Es definitivo que más vale vacunarse y tener un malestar en el brazo antes que enfermar por un preocupante cuadro de cualquier enfermedad.
Ahora conoce por qué el dolor de brazo después de la vacunación se hace presente
De acuerdo con los expertos, puede ser porque a nivel genético existe un antecedente que hace que el umbral del dolor aumente o disminuya; el sexo también es importante, así como el índice de masa corporal en las personas a las que se les aplican estos tratamientos.
Es muy común que el dolor también aumente en personas que le tienen miedo a las agujas, por lo que el miedo y la ansiedad harán que el temor aumente la sensación cuando los expertos aplican los tratamientos.
“Que te dé una reacción en el sitio es exactamente lo que cabría esperar de una vacuna que intenta imitar a un patógeno sin causar la enfermedad”, dijo Deborah Fuller, investigadora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en Seattle a National Geographic.
De manera concreta, se debe a las células de antígenos que los músculos, piel y tejidos presentan una alteración cuando se aplica una vacuna. Al momento de detectar una invasión nociva se producen anticuerpos y comienza a crearse una barrera contra patógenos específicos.