Qué significa esto, que es posible que las videollamadas no desaparezcan. Y por tanto, tampoco lo hagan sus efectos negativos sobre el desempeño.
Como seguramente ya has comprobado si llevas tiempo encarando reuniones de este estilo, las videollamadas pueden resultar estresantes y agotadoras.
Es lo que se conoce como «fatiga de Zoom». Y como descubrieron investigadores de Stanford, ciertas características de esta nueva forma de comunicarse fatiga a los humanos. Por ejemplo, requieren de más concentración al eliminarse la comunicación no verbal, mientras que mirar tu propia imagen en la pantalla resulta estresante y abrumador.
Apagar la cámara durante las reuniones en Zoom evitará el agotamiento
Ahora una nueva investigación vuelve a confirmar estos efectos, planteando una sencilla solución: tan solo con apagar la cámara evitarás este cansancio y te sentirás más productivo.
Así lo han comprobado investigadores de la Universidad de Arizona Eller College of Management, de Estados Unidos, en un experimento realizado durante 4 semanas con un total de 103 empleados.
Divididos en 2 grupos, a uno de ellos se le pidió que durante las 2 primeras semanas tuvieran la cámara siempre encendida y apagada en las semanas restantes. En el otro grupo fue a la inversa.
Los participantes fueron en su mayoría mujeres (56.3%) y blancos (71.8%). La edad promedio fue de 41 años y la antigüedad media en la organización era de casi 3 años. Los participantes ocupaban diversos puestos de trabajo, desde ingenieros de software a director de operaciones o manager de Recursos Humanos, entre otros.
Las mujeres y los nuevos colaboradores son las más agotadas por las reuniones con cámara abierta por Zoom
Los resultados respaldaron la idea de que una de las características destacadas de las reuniones virtuales, la cámara, genera la fatiga, afectando al desempeño tanto del mismo día de las reuniones como del día siguiente.
Las conclusiones subrayan además que tanto las mujeres como los empleados más nuevos eran los grupos más afectados por la fatiga Zoom.
Las trabajadoras pueden sentir mayor presión para demostrar sus competencias y por cumplir con los estándares de apariencia social. Mientras que los recién llegados, pueden percibir la necesidad de presentarse de manera más efectiva, según las hipótesis establecidas por los investigadores para explicarlo.
Apagar la cámara permite estar más centrado en el contenido de la reunión por Zoom
Apagar la cámara durante las reuniones liberó a las personas de la tensión de concentrarse en sus propios rostros, por lo que se centraron más en el contenido. De forma que estos encuentros resultaron más productivos.
Ante estos hallazgos los autores inciden en la importancia de que las empresas analicen la posibilidad de permitir a sus empleados permanecer con la cámara apagada, dependiendo del tipo de reunión.
«La suposición de que tienes que estar frente a la cámara para participar está desactualizada», asegura en CNBC Allison Gabriel, profesora de administración y organizaciones de McClelland y una de las autoras del estudio.
«Los empleados deben sentirse capacitados para hablar con sus compañeros y jefes sobre las normas de uso de la cámara y las expectativas para reuniones concretas».
En dicho medio la experta ha dado a conocer algunas otras estrategias para hacer las reuniones por Zoom más efectivas.
Dedica la primera hora de la mañana a revisar las reuniones de tu calendario y decidir cuáles requieren usar la cámara. Esto te ayudará a «controlar tu ritmo y evitar el cansancio por el video».
Además, Gabriel también anima a evitar programar todas las videoconferencias que requieran de cámara de forma consecutiva. «Eso solo aumentará la fatiga».