Gemelos y mellizos
Cerca del 12% de embarazos inician como embarazos múltiples, pero menos del 2% se concretan dando lugar a gemelos. Esto significa que el resto de embarazos resulta en un «gemelo desaparecido», dejando a solo un bebé por nacer. En los casos en que ambos gemelos llegan a nacer, son los gemelos fraternos, o mellizos, los más comunes.
Los estudios indican que en el desarrollo de mellizos están involucrados ciertos genes que determinan la hiperovulación. Por otro lado, la prevalencia de gemelos idénticos es bastante constante en todo el mundo, y ocurre en aproximadamente 3 a 4 de cada 1000 nacimientos, lo que sugiere que la genética no impulsa el fenómeno.
En busca de descubrir lo que impulsa el desarrollo de gemelos idénticos, un grupo de investigadores elaboró un nuevo estudio, en el cual aseguran que nuestro ADN puede revelar si alguna vez tuvimos un gemelo que desapareció en el vientre de nuestra madre.
«Este estudio fue impulsado por el hecho de que sabíamos muy poco acerca de por qué surgen los gemelos monocigóticos«, dijo Jenny van Dongen, de la Universidad de Vrije (VU) Ámsterdam.
Epigenética
La presencia de un gemelo durante las primeras fases deja una especie de cicatriz genética en el hermano que completa el desarrollo. De acuerdo a la investigación publicada en Nature Comunnications, la «cicatriz» es producto de las modificaciones epigenéticas en el ADN gemelo.
El término «epigenético» se refiere a factores capaces de activar o desactivar genes sin cambiar la secuencia de ADN. Por ejemplo, en algunos casos los grupos metilo se adhieren a genes específicos y evitan que la célula lea esos genes, apagándolos de manera efectiva.
El ADN de gemelos idénticos posee un patrón característico de grupos metilo, constituido por 834 genes y puede usarse para diferenciar gemelos idénticos de mellizos y no gemelos. Incluso, basándose en estos resultados, el equipo desarrolló un algoritmo informático que ayuda a identificar de manera confiable a un gemelo idéntico basándose únicamente en la ubicación de los grupos metilo en su ADN.
Ellos se preguntaban si los grupos metilo en el ADN de una persona, que controlan el desarrollo embrionario en sus etapas más tempranas, influye sobre el desarrollo de gemelos idénticos.
Debido a proteínas enzimáticas llamadas metiltransferasas, los grupos metilo agregados a nuestro ADN durante el desarrollo se copian a medida que las células se dividen. En otras palabras, pueden permanecer hasta la edad adulta. Para comprobar esta hipótesis, el equipo trabajó con seis cohortes de gemelos idénticos y mellizos y un total de más de 6.000 individuos.
Información archivada en la célula
Encontraron que la metilación ocurre durante etapas muy tempranas del desarrollo, antes de que se formen tejidos especializados. Por ello, las metiltransferasas pasan los grupos metilo a todas las células hijas posteriores, independientemente del tipo de célula en que se conviertan.
Además, descubrieron «que estos estados de metilación son muy estables en un individuo, reforzando más la idea de que estos grupos metilo podrían permanecer desde la fertilización hasta la edad adulta», señala Robert Waterland, profesor de pediatría y genética en Baylor College of Medicine que no participó en el estudio.
«Parece que algo sucede muy temprano en el desarrollo, y que a su vez permanece escrito en el patrón de metilación de diferentes tipos de células en nuestro cuerpo», dice van Dongen. «Permanece archivado en nuestras células».