Los aneurismas son pequeñas malformaciones de las arterias que, al romperse, pueden provocar fuertes hemorragias cerebrales posiblemente mortales. El peligro de tener un aneurisma es que si esa malformación llega a crecer demasiado podría reventarse y ocasionar un ataque cerebral hemorrágico (ACV hemorrágico).
Se estima que entre el 1 y el 5% de la población posee aneurismas cerebrales y, sin tratamiento, muchas de ellas pueden provocar una muerte prematura. Cuando se produce una rotura o infección un aneurisma puede provocar dolores de cabeza extremadamente fuertes, vómitos o pérdida del conocimiento y necesitan de atención médica urgente antes de que se produzca una hemorragia.
Algunos síntomas que sirven para detectar la presencia de ese ensanchamiento arterial anormal pueden ser un párpado más caído que el otro, visión doble o borrosa, dolor en la zona ocular, tener una sola pupila dilatada, adormecimiento de un solo lado del rostro, entre otros.
“El ACV hemorrágico, el menos frecuente, es provocado la mayoría de las veces por un aneurisma cerebral. Es una malformación congénita. Uno nace con un defecto en la arteria y ese defecto se va agrandando hasta que se rompe. El 5% de las personas que sufren un aneurisma cerebral lo pudieron haber heredado”, explicó a Infobae el médico neurocirujano Pedro Lylyk.
“Cualquiera puede tener un aneurisma cerebral. Muy poca cantidad de chicos, porque se necesitan algunos disparadores para que este aneurisma crezca o se rompa. En el adulto es muy frecuente, y el aneurisma se rompe mucho más alrededor de la quinta o sexta década de la vida”, explicó Lylyk.
Los tratamientos para el aneurisma
Lylyk aseguró que el aneurisma tiene tratamiento. “Se puede tratar por vía quirúrgica o por vía mínimamente invasiva. Los resultados son excelentes. Se han hecho avances enormes para este tratamiento. Claramente el ejercicio físico baja los factores de riesgo, ayuda a tener una vida mejor. Mejora el corazón, la presión y el cerebro”.
En la actualidad los procedimientos terapéuticos han evolucionado y ya hay disponibles para cualquier aneurisma, bien por cirugía abierta, o a través de procedimientos endovasculares, que son menos invasivos, por los que se colocan stents accediendo por vías periféricas hasta la localización del aneurisma.
Entre los avances médicos, para tratar aneurismas intactos que suelen incluir espirales, stents u otros dispositivos avanzados para promover la coagulación y cerrar el aneurisma con una tasa de éxito bastante alta. Los dispositivos se colocan a través de un catéter que inserta por un vaso sanguíneo, normalmente desde la ingle o desde la muñeca hasta el cerebro.
Si un aneurisma cerebral se rompe, se convierte en un caso de emergencias y la atención médica debe ser inmediata. En el caso se logre el diagnóstico a través de la consulta y posteriores chequeos médicos, hay más opciones de tratamiento.