La mayoría de los textos de referencia en Anatomía, desde el libro de Andrés Ruiz Liard y Michel Latarjet hasta las primeras ediciones del casi bicentenario Anatomía de Gray, cuyo nombre inspiró una serie de televisión que ya completó 17 temporadas, consagraron la certeza de que el esqueleto humano adulto tiene 206 huesos, cifra a la que también suscriben las organizaciones médicas más importantes, como la Cleveland Clinic donde se formó René Favaloro. Otros pocos autores llevan esa cifra a 208 o incluso 213.
Sin embargo, un profesor de anatomía colombiano está convencido de que la cifra real de huesos es 219 y está embarcado en una campaña para convencer a sus colegas.
“Uno creería que la anatomía está toda pensada o establecida, que es una ciencia muerta, que ya no hay ningún aporte original más que hacer. Sin embargo, hace algunos años, mientras estaba dando una clase sobre fundamentos del sistema óseo, repetí la cifra tradicional: que los huesos son 206. Y en ese momento me di cuenta de que algo estaba mal… de que los huesos estaban mal contados”, dijo a Infobae Oscar Alzate Mejía, doctor en Ciencias Biomédicas y profesor de Anatomía de la Universidad Autónoma de Manizales, en Caldas, Colombia.
Oscar Alzate Mejía, doctor en Ciencias Biomédicas y profesor de Anatomía de la Universidad Autónoma de Manizales, en Caldas, Colombia, sostiene que son 219 los huesos del cuerpo humano (Crédito: Oscar Alzate).
Esa especie de revelación o epifanía lo llevó frenéticamente a convocar a un grupo de 20 de sus alumnos de varias carreras (Medicina, Fisioterapia, Educación Física, Antropología y Odontología) para realizar un nuevo recuento. “Y efectivamente, nos dimos cuenta de que los huesos eran 219, entre otras razones, porque en cierta edad los huesos se fusionan y se cuentan como uno solo, cuando en realidad habría que considerar que son cinco o tres”, señaló Alzate.
El académico publicó su nueva propuesta con dos colegas, Nicolás Giraldo-Hoyos y Liz Verónica Alvarán-Arango, en un artículo de 2016 de la Revista de la Facultad de Medicina, una publicación oficial de la Universidad Nacional de Colombia. Y desde entonces también la presentó en congresos de la especialidad y difundió a través de redes sociales, donde aseguró haber recibido comentarios positivos.
Según el investigador colombiano a cierta edad los huesos se fusionan y se cuentan como uno solo, cuando en realidad habría que considerar que son cinco o tres.
¿Pero eso significa reescribir los libros? No necesariamente, o, al menos, no tan rápido. “Que los huesos son 206 es un paradigma muy fuerte”, reconoció. Y ningún paradigma se derriba de la noche a la mañana.
Más años, menos huesos
De acuerdo con la clasificación ortodoxa del esqueleto adulto, los 206 huesos están distribuidos de la siguiente manera: 8 en el cráneo, 14 en la cara, 6 en el oído, 26 en la columna, 25 en el tórax, 4 en el hombro, 2 en la cintura pélvica, 60 en los miembros superiores, 60 en los miembros inferiores y 1 en el cuello, debajo de la lengua (el hueso hioides). En junio pasado, una niña india de 6 años logró reconocerlos y nombrarlos a todos en apenas 36 segundos.
El conteo de huesos humanos en el manual clásico Anatomía de Gray.
Sin embargo, dijo Alzate, esos 206 huesos son una especie de promedio de los huesos del adulto, pero ese conteo no toma en cuenta que la cifra varía con el paso del tiempo y que muchos de los cuerpos donados a las facultades de Medicina o para estudios de anatomía tienen edades avanzadas. “¿Morimos con menos huesos de los que teníamos al nacer? No. Morimos con varios huesos unidos”, pero que siguen teniendo identidad propia, replicó Alzate, para quien un joven de 25 años tiene 219 huesos distintos que, de ahí en adelante, empiezan a fusionarse.
Así, en su propuesta de recuento, Alzate diferencia en sus partes constitutivas agrupaciones óseas que son “conjuntos de huesos consideradas como uno solo”, pero que en rigor de verdad no lo serían.
El esternón, un hueso del tórax, es una sola pieza en la persona anciana y tres fragmentos apartes en los jóvenes: manubrio, cuerpo y proceso xifoides. El sacro, que proporciona fuerza y estabilidad a la pelvis, está formado por cinco vértebras que empiezan a fusionarse entre los 16 y 18 años y completan el proceso hacia los 30. “Esas vértebras siguen siendo componentes independientes. De hecho, hay cinco nervios espinales sacros, como hay doce nervios que pasan por las doce vértebras torácicas. Eso nos está diciendo algo importante”, resumió Alzate.
"El esternón, un hueso del tórax, es una sola pieza en la persona anciana y tres fragmentos apartes en los jóvenes: manubrio, cuerpo y proceso xifoide", apuntó Alzate.
De manera análoga, el cóccix, que es la estructura terminal de la columna vertebral, está constituido por cuatro vértebras que se fusionan entre los 20 y 30 años. Y el hueso coxal, otro integrante de la pelvis ósea, lo componen tres huesos (ilion, isquion y pubis) que se unen durante un período que transcurre entre los 15-17 y los 23 años. “Si bien es cierto que cada hueso coxal funciona como un hueso único y la fusión es firme a la edad mayor, los anatomistas suelen analizarlos como si se tratara de tres huesos separados, situación que no debería ser distinta al momento de realizar este conteo”, razonaron Alzate, Giraldo y Alvarán.
Por lo tanto, donde los libros enumeran cuatro huesos, Alzate visualiza 5+3+4+3=15, lo que lleva su recuento total a 219. La cifra excluye a la mayoría de los llamados huesos sesamoides, que son estructuras óseas que amarran tendones de tamaño y cantidad variable, con la única excepción de la patela (rótula) de la rodilla, que sí figura en el listado. Tampoco se contemplan los huesos intersuturales del cráneo, que se forman en algunas personas.
Para un antiguo profesor de Alzate, el doctor en Neurociencia y Biología del Comportamiento Jorge Duque Parra, profesor titular de Anatomía de la Universidad de Caldas, en Caldas, Colombia, y miembro de la Asociación Panamericana de Anatomistas, la propuesta de su exalumno es válida, según refirió a Infobae.
“Pero no es factible dar un número exacto, pues hay personas que pueden desarrollar muchos más huesos, por ejemplo, huesos sesamoideos en las manos o la parte posterior de la pierna y variados huesos intersuturales en el cráneo. Por lo tanto, asumir un valor fijo de huesos en el cuerpo humano es errado. Aunque la cantidad sí es superior a la que dan los libros de texto”, enfatizó Duque.
Los libros de Anatomía clásica establecen que los huesos del cuerpo humano son 206 (Crédito: Oscar Alzate).
“Sigo defendiendo que los huesos son 206″
En cambio, otros especialistas se muestran menos abiertos a reconsiderar la cifra. “El trabajo es muy prolijo. Pero como profesor titular de Anatomía y Traumatología, vicepresidente de la Asociación Argentina de Anatomía y cirujano de cadera y rodilla, a mis 56 años, sigo defendiendo que los huesos del organismo son 206 y creo que eso no se discute”, señaló a Infobae Pablo Lafalla, docente de la Universidad de Mendoza, en la Argentina.
Según Lafalla, cualquier hueso puede tener 3, 4 o 5 partes componentes, pero si están osificadas y juntas es difícil defender el criterio de que hay que contarlos por separado. “Distinto son los huesos de cráneo, que son varios huesos, pero hay suturas que los dividen por más que estén pegados. En el hueso coxal, por ejemplo, la parte ósea es totalmente homogénea, compacta, y no se advierte separación entre el pubis, el isquion y el ilion”, argumentó.
Más allá del acuerdo o no alrededor del número, Alzate insiste en que la propuesta sirve para demostrar que se puede tener pensamiento crítico en anatomía y repensar aquello que afirman los libros. A través de videos que sube en las cuentas de Facebook, Instagram, TikTok y Twitter de su blog Fisiolofar, Alzate también pretende difundir conocimiento y desbaratar mitos sobre la asignatura, como que “solo se estudiarán huesitos”.
“Galeno hizo mucho por comprender el cuerpo humano, pero después vino el padre de la anatomía, Vesalio, y revolucionó todo. Así que pienso que todo se puede seguir evaluando. La anatomía es descripción, es observación, es precisión. ¡La anatomía es como la matemática de las ciencias biológicas básicas! Y entonces hay que tratar de describir las estructuras cada vez mejor, lo cual podría tener implicancias biomecánicas, ortopédicas o semiológicas (síntomas)de las enfermedades”, concluyó Alzate.