Entre 12 mil y 17 mil rocas espaciales caen por año en el planeta Tierra. Sin embargo, según las últimas cifras de la NASA solo en cinco ocasiones se han podido predecir el asteroide antes de su impacto en nuestro planeta, y con solo 24 horas de anticipación.
Los asteroides son fragmentos rocosos que quedaron de la formación del sistema solar hace unos 4.600 millones de años. Cuando un asteroide ingresa a la órbita terrestre, su calificación pasa a meteoroide, y si choca contra la Tierra, pasa a ser un meteorito.
Cuando un asteroide es peligroso para la Tierra
Cualquier asteroide que se considere amenaza para la Tierra debe medir más de 50 metros de diámetro, y llegan desde nuestro propio sistema solar, generalmente desde el denominado “cinturón de asteroides”.
Si bien las posibilidades de que la Tierra sea impactada por un asteroide de 10 kilómetros de diámetro, como el que extinguió a los dinosaurios, es de una en cien millones, los asteroides de un kilómetro son muchos más y son capaces de destruir países del tamaño de Francia o Alemania.
En caso de que esto ocurriese, y considerando que la trayectoria de un asteroide peligro se pudo predecir con tiempo, es necesario contar con tecnología para desviarlo, y hoy la Tierra no cuenta con ella.
Según un simulacro de la NASA, aún sabiendo con seis meses de anticipación sobre la caída del asteroide, los científicos llegaron a la conclusión de que no podríamos desviarlo.
Actualmente se ha lanzado una misión hacia el sistema binario Dydimo, con la cual se buscará comprobar si es posible desviar la trayectoria de un asteroide . Pero mientras esto sucede, es importante perfeccionar las técnicas para predecir sus trayectorias.
¿Por qué son tan difíciles de predecir asteroides hacia la Tierra?
Dave Jewitt, profesor de Astronomía de la Universidad de California (UCLA), explicó que para encontrar asteroides peligrosos es necesario sacar fotografías con el uso de un telescopio hacia el mismo lugar, y en las cuales se busca un punto que se haya movido.
Esta técnica es realmente difícil porque los asteroides cuentan con una superficie que absorbe gran parte de la luz del Sol y solo reflejan el 15 por ciento.
Por otro lado, la trayectoria puede cambiar constantemente, ya que la gravedad de todos los planetas pueden influir en su camino.
Los científicos no pueden predecir al 100% si un asteroide chocará con la Tierra. Si bien pueden conocer el tamaño, las órbitas pueden cambiar de forma imprevista. “Debido a que los cálculos de la órbita se basan en datos imperfectos, cada uno de los asteroides tendrá un rango de órbitas posibles que coincidan con las posiciones del cielo observadas.” Explican desde el Centro de Estudios de Objetos Cercanos de la NASA.