Para muchos, la principal diferencia entre las frutas y las verduras es que las primeras son más jugosas que las segundas, o incluso las distinguen por su dulzor o color. Sin embargo, todas esas son creencias, pues su verdadera distinción radica en algo más anatómico.
Visto desde el cultivo, tanto las frutas como las verduras provienen de las plantas, pero las primeras se consideran como los “ovarios” que contienen las semillas, mientras que las otras son tomadas de cualquier otra parte de la planta .
Frutas que en realidad son verduras
Para saber realmente si un alimento es una fruta o una verdura habrá que identificar si contiene semillas y qué parte es comestible. La diferencia, por tanto, es su origen. De esta forma, existen frutas que por sus características o sabor y su uso en la preparación de los alimentos los hemos clasificado como verduras; aquí cinco claros ejemplos.
Jitomates
Es el fruto de la planta Solanum lycopersicum, al cortar este alimento, las semillas en su interior dejarán en claro que los jitomates botánicamente hablando son frutas. Sin embargo, para fines culinarios cotidianos, se les ha considerado como verduras por su bajo contenido de azúcares y su sabor ácido.
Berenjenas
Tal vez no lo habías pensado, pero las berenjenas son de la misma familia que los jitomates, las Solanáceas, en este caso son el fruto de la planta Solanum melongena y también posee semillas, aunque son menos notables.
Chiles y pimientos
Los chiles picantes y muchos pimientos están emparentados con los anteriores, pues también pertenecen a las Solanáceas, aunque están en otra rama de esa familia, las Capsicum.
Los chiles y pimientos también tienen muchas semillas y justamente los que son picantes, es porque en sus semillas contienen un compuesto que resulta muy irritante, la capsaicina. Así que aunque por su picante sabor los consideramos verduras, lo cierto es que también se pueden llamar frutas.
Pepinos
No están emparentados con ninguna de las frutas anteriores, pero sí con los melones y sandías, pues todos ellos son parte de la familia de las cucurbitáceas. La planta Cucumis sativus es la que da como frutos los pepinos, a los que por su sabor poco dulce, se usan más en ensaladas y se consideran verduras.
Aguacates
Son el fruto de la Persea americana, que en este caso contiene una única semilla muy grande. Gastronómicamente hablando, los aguacates se usan más en platillos salados como el guacamole en México y Estados Unidos o como acompañamiento de otros alimentos salados, como los hot dogs en Chile. Sin embargo, también hay algunos lugares donde es común usarlo en postres, como en Brasil.
¿Cómo diferenciar las verduras de las frutas?
De acuerdo a los expertos, las verduras se clasifican de acuerdo con la parte de la planta de la que son tomadas, por ejemplo:
Semillas: haba, frijol, soya.
Tubérculos: papa, camote.
Raíces: zanahoria, rábano.
Tallos: espárrago, puerro.
Hojas: espinaca, col.
Bulbos: cebolla, ajo.
Flores: brócoli, alcachofa.
Así que la distinción entre frutas y verduras no tiene nada que ver con su color, sino con la parte de la planta a la que pertenece. Por lo que si quieres saber de una forma más sencilla de que se trata, solo busca donde se encuentran las semillas y lo sabrás.
Es posible que creas que la fresa, por ejemplo, es una verdura pues tiene las semillas de fuera. En realidad no pertenece a ninguno de estos grupos, más bien corresponde a las infrutescencias, un fruto que nace junto a otro de tal forma que en conjunto parecen una fruta completa.
Por tanto, aquellos puntitos amarillos que crecen alrededor de la fresa son en realidad frutos pequeños, y no semillas como se piensa. Al igual que esta están los higos y las piñas.
Ahora ya sabes que cualquier vegetal con semillas botánicamente es una fruta, aunque de manera cotidiana por el uso que les da en la cocina, se pueden llamar verduras. Lo indispensable es que, sin importar su clasificación, se incluyan en la dieta diaria.