La gran mancha roja de Júpiter sigue despertando intriga en la comunidad de astrónomos. Este vórtice colosal fue estudiado recientemente por investigadores del Southwest Research Institute, en Texas y descubrieron un dato fundamental. Qué es este fenómeno y qué misterios esconde.
Qué es la gran mancha roja de Júpiter
La gran mancha roja de Júpiter se trata de un remolino de vientos que tiene la fuerza suficiente para tragarse hasta dos planetas Tierra. Sus características han sido complejas de analizar, ya que el planeta más grande del sistema solar, está compuesto por una atmósfera gaseosa, que haría imposible cualquier intento de acercarse con una sonda.
Este planeta gaseoso, ubicado a 600 millones de kilómetros del planeta Tierra tiene vientos huracanados de 60 Kilómetros por hora que se mueven por su superficie constantemente. Estas condiciones son las que generan la formación de la mancha roja.
Esta enorme tormenta ovalada que tiene forma de torbellino, no solo es la más grande de Júpiter, sino todo el sistema solar, ha estado allí por millones de años, y ha despertado curiosidad debido a su poder y extensión.
Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Science, y en el que participaron investigadores del Jet Propulsion Laboratory (JPL) reveló nuevos datos sobre estas tormentas y vientos giratorios de Júpiter.
La gran mancha roja, que mide 16 mil kilómetros de ancho y está ubicada en el hemisferio sur de Júpiter, es mucho más extensa y profunda de lo que se creía.
Basados en los datos de la nave espacial Juno de la NASA, identificaron que la mancha roja gigante se extiende hasta los 350-500 km, pero su magnitud no puede revelarse con las fotos, ya que cuenta con una profundidad mayor.
Nuevo estudio de la gran mancha roja develó su increíble profundidad
El descubrimiento indicó que por debajo de las nubes visibles, la gran mancha roja se amplía hasta profundidades cercanas a los tres mil kilómetros.
Aún no hay claridad acerca de si las tormentas se limitan a las partes más altas de la atmósfera del gigante gaseoso o se extienden hacia el interior.
Esta conclusión llegó gracias a mediciones de microondas y de gravedad de la nave Juno, ya que no existe otra forma de comprobarlo, por las condiciones extremas de Júpiter.
Los gases que componen al planeta más grande del sistema, son hidrógeno, helio, sulfuro y nitrógeno. Esto forma una atmósfera muy densa, es decir pesada, casi imposible de atravesar, por lo que Juno solo se limitó a gravitar al gigante para poder obtener los datos necesarios.
No solamente la gran mancha roja tiene una extensión en profundidad, sino que también descubrieron que otras dos tormentas se extienden por debajo de la altitud a la que se espera que se condense el agua y el amoníaco.
Si bien los astrónomos tienen en claro qué es, y que este fenómeno se extiende en profundidad, aún queda la duda de si las tormentas de la gran mancha roja de Júpiter también suceden en las profundidades del planeta, o únicamente se generan a gran altitud.