Muchos científicos, en varias partes del mundo. están trabajando para descifrar por qué algunas personas pierden el sentido del olfato después de contraer COVID-19.
Se trata de un síntoma que era descrito habitualmente con variantes anteriores a Ómicron, aunque también se han presentado casos de enfermos que contrajeron esta última mutación.
De acuerdo con un estudio publicado en la revista Natre Genetics, hay un factor de riesgo genético asociado con la pérdida del olfato después de una infección por COVID-19, un descubrimiento que acerca a los expertos a la comprensión del patrón desconcertante y puede señalar el camino hacia tratamientos muy necesarios.
Pérdida del olfato
Seis meses después de contraer COVID-19, hasta 1.6 millones de personas en Estados Unidos aún no pueden oler o han experimentado un cambio en su capacidad para oler.
Se desconoce la causa precisa de la pérdida sensorial relacionada con COVID-19, pero los científicos creen que se deriva del daño a las células infectadas en una parte de la nariz llamada epitelio olfativo.
Estas células protegen las neuronas olfativas, que ayudan a las personas a oler.
“Todavía no está claro cómo pasamos de la infección a la pérdida del olfato”, dijo el doctor Justin Turner, profesor asociado de otorrinolaringología en la Universidad de Vanderbilt, citado por NBC News.