Científicos de la Universidad de Leicester, Universidad de Cardiff y la Universidad de Australia Occidental identificaron un mecanismo a través del cual metales importantes y cruciales para la fabricación de tecnologías de energía renovable, pasan del manto terrestre a la corteza.
Los especialistas hallaron una “zona de Ricitos de Oro” en la base de la corteza terrestre, donde la temperatura es de alrededor de mil grados Celsius, para que los metales sean transportados a niveles menos profundos cerca de la superficie, donde pueden ser explotados por la minería.
Metales encontrados
Los metales en cuestión, sobre todo cobre, cobalto, telurio y platino, son muy buscados debido a su uso en cableado eléctrico y tecnologías como dispositivos de almacenamiento de baterías, paneles solares y pilas de combustible.
Al publicar sus hallazgos en la revista Nature Communications, el equipo de especialistas tiene la esperanza de que los resultados puedan conducir a prácticas más específicas, menos costosas y más respetuosas con el medio ambiente para explorar y extraer los metales clave.
Los metales se almacenan principalmente en el manto de la Tierra, una gruesa capa de roca que se encuentra entre el núcleo y la corteza de la Tierra, a profundidades de más de 25 kilómetros, lo que los hace inaccesibles para la explotación.
Sin embargo, en ciertas partes del mundo, la naturaleza puede traer estos metales a la superficie a través del flujo de roca líquida, conocida como magma, que se origina en el manto de la Tierra y se eleva hacia la corteza.
Estudio
Hasta ahora, el viaje de los metales a su sitio de depósito final ha sido incierto, por lo que en este nuevo estudio, el equipo identificó una zona dependiente de la temperatura, ubicada en la base de la corteza terrestre, que actúa como una válvula y permite que los metales pasen intermitentemente hacia arriba para alcanzar la corteza superior.
El coautor del estudio, el doctor Iain McDonald, dijo que cuando los magmas alcanzan la base de la corteza, los metales críticos a menudo quedan atrapados aquí y no pueden alcanzar la superficie si la temperatura es demasiado alta o demasiado baja.
“Al igual que con los ‘Ricitos de oro’, hemos descubierto que si la temperatura es ‘perfecta’ en torno a los mil grados Celsius, los metales como el cobre, el oro y el telurio pueden escapar de la trampa y ascender hacia la superficie para formar depósitos de mineral”, agregó.
El estudio forma parte del proyecto FAMOS (From Arc Magmas to Ore Systems) e involucró a colaboradores de la Universidad de Cardiff, la Universidad de Leicester, la Universidad de Australia Occidental y la compañía minera internacional BHP.