Un estudio de la Universidad Estatal de Arizona (ASU) demostró que ocurre neuronalmente entre una pareja románticamente involucradas mientras trabajan para responder a la pregunta ¿nos correspondemos el uno al otro?
El Día de San Valentín vuelve a centrar la atención en las relaciones y la búsqueda del amor. Chocolates, rosas y peluches se exhiben en las tiendas de comestibles y las parejas comienzan a planificar cenas románticas caras.
Las búsquedas de Google para ideas de citas aumentan en un 400 por ciento, y según una encuesta de la National Retail Foundation, la pareja estadounidense promedio planea gastar casi 200 dólares el uno en el otro.
Sin embargo, no está claro en muchas ocasiones si la persona con la que se sale es “nuestra alma gemela”, si se debería de poner más energía y recursos en la relación o dejarla.
Utilizan neurociencia para demostrar compatibilidad entre parejas
Thao Ha, profesora asistente de psicología y autora principal del artículo que se publicó recientemente en Social, Cognitive and Affective Neuroscience, utilizó la electroencefalografía (EEG) para medir la actividad eléctrica cerebral de ambos miembros de una pareja mientras evaluaban el estado de su relación.
“Este estudio examinó cómo el cerebro procesa la información sobre el ajuste de la relación de las parejas románticas actuales, que no se ha estudiado, y sugiere que el cerebro podría procesar la retroalimentación social de manera diferente dependiendo de la propia evaluación de la relación, su estado y la fuente de retroalimentación social”.
El estudio incluyó 49 parejas que habían estado saliendo menos de un año. Cada una estaba equipada con una tapa EEG, que permitió al equipo de investigación medir simultáneamente la actividad eléctrica de ambos cerebros.
¿Cómo se realizó el estudio?
El equipo de investigación se centró en una señal cerebral específica llamada P300 que rastrea los procesos de pensamiento mientras toma decisiones, como cómo evaluar la retroalimentación social.
Durante la colección EEG, las parejas respondieron preguntas sobre las características de su relación, como si coinciden en el estilo de comunicación, la intimidad y la atracción física.
Luego, los participantes vieron las respuestas de su pareja , así como las respuestas de un grupo ficticio de compañeros que fueron descritos como expertos en relaciones.
“Incluimos respuestas de estas dos fuentes para investigar qué respuestas sobre el ajuste de la relación eran más importantes: las de expertos en relaciones ficticias o las de parejas románticas”, señaló Ha.
El equipo de investigación evaluó por primera vez las respuestas cerebrales cuando los participantes estaban esperando las respuestas de los expertos en relaciones ficticias y su pareja romántica.
La retroalimentación entrante de compañeros ficticios y parejas románticas fue igualmente importante en esta fase del experimento. Pero el P300 era más grande cuando los propios participantes tenían dudas sobre si encajaban con su pareja romántica en una característica.
“Este hallazgo sugiere que las personas se están preparando para lo que viene: están atentos a las respuestas que están a punto de recibir, lo cual fue especialmente fuerte cuando tenían dudas sobre la compatibilidad de las relaciones”, dijo Ha.