Mientras el proceso de desescalada se acelera en Europa y en gran parte del mundo, un científico británico y un experto de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtieron que “a pesar que la variante Ómicron, altamente extendida, mostró síntomas más leves, no tiene que ser el caso de todas las próximas variantes”.
Desde hace semanas, las restricciones por coronavirus en muchos países se están terminando o eliminando gradualmente. Sin embargo, hay algunos especialistas que se atreven a formular preguntas sobre la hoja de ruta para la “administración” de la pandemia: ¿Ha llegado el principio del fin de la crisis sanitaria? ¿Es hora de convivir con el virus? ¿Es imprudente flexibilizar cuando aún hay muchos países con bajas tasas de inmunización?
El profesor Lawrence Young, virólogo de la Universidad de Warwick en Inglaterra, entiende que las futuras derivaciones de la pandemia del coronavirus deberán ser particularmente monitoreadas. “Estos derivados del virus podrían causar enfermedades más graves y más muertes que las cepas anteriores”, dijo el experto al diario británico The Observer.
Contrariando a otras opiniones, Young rechazó la idea de una “evolución lineal del virus de Alfa a Beta a Delta a Ómicron”. Y agregó: “La idea de que las variantes del virus continuarán volviéndose más leves es incorrecta”.
Otro experto, el enviado especial de la Organización Mundial de la Salud para el coronavirus, David Nabarro, cree que “habrá otras variantes después de Ómicron y si son más transmisibles, dominarán. Además, pueden causar diferentes patrones de enfermedad, es decir, pueden resultar más letales o tener consecuencias a largo plazo”, según expresó en declaraciones para el diario inglés The Guardian,
Para muchos expertos, Ómicron, por sus mutaciones y características, es un “OVNI” entre las variantes que podrían haberse esperado. Este argumento es el que comparte Young al realizar sus proyecciones. El virólogo dice que “nos equivocamos al creer que la próxima variante será más leve”.
El diario The Guardian también consultó al profesor de la Universidad de Edimburgo, Mark Woolhouse. Este, como otros expertos, señaló que “es imposible predecir de dónde surgirá la próxima variante, o sus características”.
“La variante Ómicron no vino de la variante Delta. Proviene de una parte completamente diferente del árbol genealógico del virus”, explicaba en la publicación inglesa.
Dado que ya ha “sorprendido” la aparición de Ómicron, no debería descartarse características distintas de las mutaciones del virus que podrían sobrevenir . “No podemos saber qué tan patógena podría ser. Podría ser menos patógeno pero podría, con la misma facilidad, ser más patógeno”.
De esta manera, la incertidumbre sobre las variantes futuras debe tenerse en cuenta si los países levantan las restricciones que se volvieron a imponer durante la ola de Ómicron. La teoría de que las variantes se volverán más leves se ha repetido ampliamente desde la llegada de Ómicron en noviembre de 2021. Sin embargo, el profesor Young sostiene que “uno nuevo podría resultar incluso más patógeno que la variante Delta, por ejemplo”.
Por su parte, David Nabarro, aseguró: “Habrá más variantes después de Ómicron y si son más transmisibles, dominarán. La pandemia tiene un largo camino por recorrer y, como ha sido el caso desde que comenzó, las personas y sus líderes influyen en su impacto a largo plazo a través de las acciones que tomen ahora”.
“Sería prudente alentar a las personas a protegerse a sí mismas y a los demás de manera constante. Un enfoque que no lo hiciera sería una apuesta con consecuencias potencialmente graves “, dijo Nabarro.
Benjamin Davido, especialista en enfermedades infecciosas y director médico y referente de COVID-19 en el Hospital Raymond Poincaré de Garches (Hauts-de-Seine) de Francia, en diálogo con Infobae, también moderó los argumentos que vaticinan un fin de la crisis pandémica.
Según el experto, el escenario más probable “sería que el virus regrese el próximo otoño al hemisferio norte”. El especialista pidió tener más de paciencia para dar por superada la emergencia sanitaria, aunque contraste con la sensación de que todo parece haber terminado.