Tras la polémica con Blue Origin después de que la NASA eligiera a SpaceX como socio para desarrollar la nave que llevará de nuevo a los seres humanos a la Luna, la agencia estadounidense ha lanzado una nueva convocatoria abierta a cualquier compañía estadounidense. Eso no quiere decir que haya roto lazos con la empresa de Elon Musk, por supuesto. Simplemente, han tomado la decisión de añadir un segundo módulo de aterrizaje a lo que ya se había proyectado para el programa Artemisa. Y para ello elegirán la que les parezca la mejor propuesta, con la única condición de venir de Estados Unidos.
La NASA anunció ayer, 23 de marzo, la apertura de esta convocatoria, en la que recordaban que los nuevos módulos de aterrizaje deben tener la capacidad de acoplarse a la Gateway. Esta es una estación espacial que se colocará en la órbita lunar como parte del programa Artemisa.
Este programa planea devolver a los humanos a la Luna, aunque de una forma mucho más acorde a los tiempos que corren. Según lo planeado, con ella pisarán nuestro satélite por primera vez una mujer y una persona de color. Es un proyecto de la NASA junto a las agencias espaciales de Europa, Canadá, Japón, México, Brasil y Australia, con la colaboración privada de la SpaceX de Elon Musk. ¿Se unirá pronto otra compañía más? El tiempo lo dirá. De momento, las puertas están abiertas.
En busca de compañías privadas que se unan a SpaceX
Cuando la NASA comenzó a proyectar el desarrollo del vehículo que llevase a los astronautas a la superficie lunar, decidió elegir a dos de tres compañías. Las candidatas eran SpaceX, Blue Origin y Dynetics. Sin embargo, las restricciones presupuestarias llevaron a que solo pudieran elegir una, de modo que terminaron decantándose por la empresa de Elon Musk.
Esto no sentó nada bien a Blue Origin, desde donde decidieron demandar a la NASA, aunque finalmente la demanda fue rechazada por la justicia. SpaceX se había convertido en el único socio privado de la NASA para llevar de nuevo al ser humano a la Luna. Se cerró con ellos un contrato único de 2,9 mil millones de dólares. Una suma cuantiosa, desde luego.
Sin embargo, poco después el Comité de Apropiación del Senado presentó un proyecto de ley con el que se obligaría a la NASA a elegir a un segundo colaborador. De momento no ha sido así. Pero sí que se le ha dado una financiación por valor de 1,195 mil millones de dólares. Con ella, han abierto el plazo para el desarrollo de este nuevo módulo de aterrizaje lunar.
Futuros planes de la NASA en la Luna
Desde la NASA han anunciado que necesitan un vehículo que lleve a los astronautas de la órbita a la superficie de la Luna más allá de la misión Artemisa III, que será la que lleve esa primera nueva tanda de humanos a nuestro satélite.
Antes de eso, se hará un ensayo sin tripulación, aunque en este solo participará SpaceX. Se espera que sea para mediados de esta década. Por eso, parece ser que la hora de la verdad, con la nave con humanos a bordo, se retrasará con respecto a las fechas programadas. Se esperaba que fuese en 2025, pero quizás se alargue un poco más. Ocurre lo mismo con SpaceX, que también ha tenido que retrasar algunos de sus planes privados. De hecho, recientemente Elon Musk volvió a dar una fecha más tardía para su envío de humanos a Marte.
Lo que está claro es que la NASA tiene la mirada puesta en el futuro y no centra sus esfuerzos en una única misión. Según han explicado en un comunicado, su colaboración con SpaceX y esta segunda compañía aún sin determinar “allanará el camino para futuros servicios de transporte recurrente para astronautas en la Luna''.
Al fin y al cabo, uno de los objetivos de Artemisa es colocar una base en la Luna, que además servirá como estación de servicio para futuras misiones a otros lugares, como Marte. SpaceX ya forma parte de ese sueño casi de ciencia ficción. Pronto sabremos quién más se sube al carro espacial.