De todos los planetas de nuestro sistema solar, probablemente estés de acuerdo en que Saturno puede considerarse el más bonito de todos. Sus múltiples anillos de material helado y roca están compuestos por partículas demasiado pequeñas para verlas a simple vista, pero le otorgan una vista espectacular, aún desde la Tierra. Es el único planeta con anillos visibles desde la Tierra (Júpiter, Urano y Neptuno también tienen pero no podemos verlos).
Sus anillos tienen aproximadamente 400 000 kilómetros de ancho (como la distancia entre la Tierra y la Luna), pero no representan una característica permanente, aseguran los expertos. Están desapareciendo, lentamente, pero lo harán dentro de 300 millones de años. Así lo demostró una investigación de la NASA a partir de las observaciones de las sondas espaciales Voyager 1 y 2 realizadas hace décadas.
¿Por que pierde los anillos?
Los icónicos anillos están siendo atraídos hacia Saturno por la gravedad bajo la influencia del campo magnético del planeta.
Los anillos de Saturno están hechos de trozos de hielo de agua que varían en tamaño desde granos de polvo microscópicos hasta rocas de varios metros de ancho. La nave espacial Cassini, que llegó a Saturno en 2004, descubrió que gran parte del material en el anillo E de Saturno, un anillo difuso fuera de los anillos principales brillantes, era el resultado de chorros de agua que emergían de la luna Encélado.
Las partículas del anillo están atrapadas en una suerte de equilibrio entre la atracción de la gravedad de Saturno y su velocidad orbital: la gravedad las atrae al planeta y la velocidad orbital trata de arrojarlas al espacio. Sin embargo, los anillos están desapareciendo debido a la electrificación de la materia polvorienta, algo que es causado por la perturbación de los micrometeoritos y la radiación ultravioleta del Sol.
Una lluvia de anillos
Las partículas, una vez electrificadas, se alinean con las líneas del campo magnético de Saturno; en algunas partes de los anillos, una vez cargados, el equilibrio de fuerzas sobre estas diminutas partículas cambia drásticamente; se acercan demasiado a la parte superior de la atmósfera de Saturno y la gravedad del planeta hace lo propio atrayéndolas hacia las nubes del mismo. Allí se vaporizan.
"Estimamos que esta 'lluvia de anillos' drena una cantidad de productos de agua que podría llenar una piscina olímpica de los anillos de Saturno en media hora", expuso James O'Donoghue del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA en Greenbelt, Maryland. "Solo con esto, todo el sistema de anillos desaparecerá en 300 millones de años, pero añádele a esto el material del anillo medido por la nave espacial Cassini detectado cayendo en el ecuador de Saturno, y los anillos tendrían menos de 100 millones de años de vida. Esto es relativamente corto, en comparación con la edad de Saturno de más de 4 000 millones de años".
Son 'cósmicamente jóvenes', por tanto, estos anillos, por lo que aparecieron en algún momento hace entre 10 y 100 millones de años, mientras que los dinosaurios aún caminaban por la Tierra.
Como aún queda muchísimo tiempo para que los anillos desaparezcan, es una buena noticia para nosotros, ya que tendremos la oportunidad de contemplar esta característica tan fascinante del segundo planeta más grande del sistema solar, después de Júpiter.
"Tenemos la suerte de estar cerca para ver el sistema de anillos de Saturno, que parece estar en la mitad de su vida" añadió O'Donoghue.