El pingüino emperador corre un grave riesgo de extinción en los próximos 30-40 años debido al cambio climático, ya que esta especie depende del mar congelado para completar su ciclo reproductivo, según declaró a Reuters una experta en este ámbito.
Los polluelos del pingüino emperador, una de las especies de la Antártida más conocidas, salen de cascarón durante el invierno austral, por lo que se necesita hielo marino sólido desde abril hasta diciembre. De lo contrario, si el mar se congela más tarde o se funde prematuramente, los polluelos simplemente no sobrevivirían.
“Si el agua llega a los pingüinos recién nacidos, que no están preparados para nadar y no tienen un plumaje impermeable, mueren de frío y se ahogan”, explicó la bióloga del Instituto Antártico de Argentina, Marcella Libertelli, añadiendo que ya se ha registrado un caso en el que todos los polluelos de la colonia de Halley Bay, en el mar de Weddell, la segunda colonia más grande, murieron en 3 años.
“Las proyecciones [climáticas] sugieren que las colonias que se encuentran entre las latitudes 60 y 70 grados [sur] desaparecerán en las próximas décadas, es decir, en los próximos 30 o 40 años”, declaró la científica, señalando que la desaparición de esta especie podría tener consecuencias negativas para la región, debido a la interrupción de las cadenas alimentarias, en las que hay menos participantes.
Además, según Libertelli, una de las razones del impacto en el clima de la Antártida es el aumento del número de embarcaciones turísticas, así como la pesca, que afectan al krill, un importante eslabón en la cadena alimentaria de los pingüinos emperador y otras especies de la región.