La era tecnológica ha permitido la creación de herramientas más precisas que, no solo facilitan la realización de tareas a los humanos. También, gracias a las mejoras en diversos equipos, los científicos han podido hacer actualizaciones y precisiones en sus trabajos.
Así es como la NASA pudo trabajar en la construcción del telescopio más potente, que tardó tres décadas en construirse y tuvo un costo aproximado de 10 mil millones de dólares, pudiendo despegar de la Tierra el veinticinco de diciembre del 2021.
El Telescopio Espacial James Webb no ha parado de sorprendernos desde mediados del mes de julio, cuando la NASA reveló al mundo las primeras imágenes científicas de este potente instrumento, lo que marcaría el inicio de una gran odisea que se espera para el telescopio espacial más potente y sofisticado que los humanos han construido hasta ahora.
Dentro de las cosas que ha logrado capturar el potente telescopio se encuentran los icónicos Pilares de la Creación (formación de nuevas estrellas dentro de una brumosa nube de gas y polvo interestelar frío).
Este no es el único gran telescopio que la NASA ha utilizado para sus investigaciones. El veterano telescopio espacial Hubble capturo los Pilares de la Creación en una fotografía de unas trompas de elefante de gas interestelar y polvo de la nebulosa del Águila situada a unos 6.500 años luz de la Tierra, en 1995.
Una nueva fotografía de actualización fue tomada por el mismo telescopio Hubble en el 2014 para poder conseguir una vista con una luz visible de espectro amplio obteniendo mejore resultados.
Sin embargo, una vez más, James Webb nos muestra su poder, con imágenes más nítidas que ayudarán a los científicos a renovar sus modelos de formación de estrellas.
Los pilares de la creación tienen el aspecto de enormes rocas formadas por gas y polvo interestelar que da una apariencia semitransparente gracias a la luz emitida por el infrarrojo cercano.
Existe gran diferencia entre las imágenes tomadas por el antiguo telescopio Hubble y las recientes fotografías capturadas por James Webb.
En las recientes imágenes se puede observar la formación estelar y una mayor cantidad de estrellas (entre las cuales se pueden identificar estrellas rojas que se encuentran en proceso de formación), quienes cuentan con pocos cientos de miles de años. Al formarse nudos con suficiente masa dentro de estos pilares de gas y polvo, estos colapsan bajo su propia gravedad, se calientan a un ritmo muy lento, formando así, nuevas estrellas.
En los bordes de la imagen, también se puede vislumbrar unas pequeñas ondulaciones, que son eyecciones de estrellas que se encuentran en formación.
La fotografía ha sido tomada por la NIRCam de infrarrojo cercano del Webb. La claridad de las imágenes ayudará a tener una mejor comprensión de la forma en cómo se desarrollan las estrellas durante millones de años, a raíz de los brotes de estas nubes de gas y polvo.