Colossal Biosciences ha conseguido unos 137 millones de euros para financiar su llamativo proyecto: devolverle la vida a especies extintas muy emblemáticas en la historia de nuestro planeta. El dodo es, sin duda, una de las criaturas extintas más famosas del planeta y gracias a los avances en la ciencia y la tecnología, podría ser posible rescatar a este ave no voladora de la extinción más de 350 años después de que fuera aniquilado de la isla de Mauricio en el siglo XVII.
Los ojos puestos en el pájaro dodo
¿Cómo piensan llevarlo a cabo? Es complejo. El proceso para traer de vuelta al dodo incluye la comprensión del genoma, los cultivos de tejidos y la subrogación entre especies. Así es como funcionará: el juego de dodo incluye "transferencia de línea germinal entre especies de paloma a un huésped de pollo sustituto". La paloma de Nicobar, el pariente vivo más cercano del dodo, proporciona las células huésped para la ingeniería del genoma, mientras que el solitario de Rodrigues, el pariente genético más cercano del dodo y que tampoco tenía capacidad para volar, agrega información adicional. El pollo ofrece una base de genómica y edición aviar.
Esta célula modificada genéticamente tiene que usarse para crear un embrión, de la misma manera que la oveja Dolly en 1996, y llevar a término a una madre sustituta viva. Su objetivo es que nazca dentro de los próximos seis años. Aunque el reto es enorme y los científicos saben que no será fácil conseguirlo: recrear un animal vivo no es un asunto baladí.
La esencia, por tanto, es utilizar la tecnología de células madre y la edición de genes para traer de la extinción a las desventuradas especies como parte de un proyecto carísimo. Los planes se derivan de la secuenciación del genoma completo del dodo por parte de la bióloga molecular evolutiva, la profesora Beth Shapiro de la Universidad de California, Santa Cruz, y sus colegas en una investigación pasada.
Un poco de historia
El dodo es un ave no voladora que era nativa de la isla de Mauricio en el océano Índico. Fue encontrada por primera vez por marineros europeos a finales del siglo XVI y se extinguió a finales del siglo XVII. Se desconoce la causa exacta de su extinción, pero se atribuye en gran medida a la actividad humana, como la caza y la destrucción del hábitat por parte de los colonos.
Se trataba de un ave grande, que pesaba hasta 23 kg y medía alrededor de un metro de altura. Tenía un pico grande y un cuerpo regordete y no volador que se adaptaba bien a su hábitat terrestre. Habitaba los bosques de las zonas costeras más secas de Mauricio, una isla en el océano Índico a unas 560 millas al este de Madagascar, y, a pesar de su reputación inmerecida de ser gordo y torpe, estaba muy bien adaptado a su ecosistema. Se alimentaba principalmente de frutas y vegetación que se encontraba en el suelo, y no podía volar debido a sus alas relativamente pequeñas. Esto marco su pronta desaparición. Su naturaleza no voladora facilitó que los humanos cazaran al ave como alimento y, como resultado, su población disminuyó rápidamente. El último avistamiento registrado de un dodo fue en 1681.
La startup tecnológica fue fundada en 2021 por Benn Lamm y George Church, genetista de la Universidad de Harvard. Antes de que surgieran los planes de la compañía para revivir al dodo, la intención es resucitar al mamut lanudo y al tigre de Tasmania. ¿Conseguirán devolverle la vida al dodo y a estas otras especies extintas?
Según el Laboratorio de Ornitología de Cornell, la población mundial de aves ha disminuido en más de tres mil millones en los últimos 50 años. La Lista Roja de la UICN ahora también clasifica a más de 400 especies de aves como extintas, extintas en la naturaleza o en peligro crítico. Es hora de revertir estas estadísticas.
Referencias:
Colossal Biosciences 2023.