Un estudio dirigido por la Universidad de Utah ha explorado el potencial de usar polvo lunar en el Espacio para apantallar la luz solar y mitigar los efectos del calentamiento global en la Tierra.
En ese sentido, analizaron distintas propiedades de las partículas de polvo, cantidades de polvo y las órbitas que serían más adecuadas para dar sombra a la Tierra.
Los autores descubrieron que lanzar polvo desde la Tierra a una estación de paso en el “punto de Lagrange” entre la Tierra y el Sol sería lo más eficaz, pero exigiría un coste y un esfuerzo astronómicos. Una alternativa es utilizar polvo lunar.
Asimismo, los autores sostienen que lanzar polvo lunar desde la Luna en su lugar podría ser una forma barata y eficaz de dar sombra a la Tierra.
Así, el equipo de astrónomos aplicó una técnica utilizada para estudiar la formación de planetas alrededor de estrellas lejanas, su objeto de investigación habitual.
La formación de planetas es un proceso desordenado que levanta mucho polvo astronómico que puede formar anillos alrededor de la estrella anfitriona.
Estos anillos interceptan la luz de la estrella central y la irradian de nuevo de forma que podamos detectarla en la Tierra. Una forma de descubrir estrellas que están formando nuevos planetas es buscar estos anillos polvorientos.
“Esa fue la semilla de la idea; si tomamos una pequeña cantidad de material y lo ponemos en una órbita especial entre la Tierra y el Sol y lo rompemos, podríamos bloquear una gran cantidad de luz solar con una pequeña cantidad de masa”, dijo en un comunicado Ben Bromley, profesor de física y astronomía y autor principal del estudio.
Mejor desde la Luna
En el segundo escenario, los autores dispararon polvo lunar desde la superficie de la Luna hacia el Sol. Comprobaron que las propiedades inherentes del polvo lunar eran las adecuadas para funcionar eficazmente como escudo solar.
Las simulaciones probaron cómo el polvo lunar se dispersaba a lo largo de varios recorridos hasta que encontraron excelentes trayectorias dirigidas hacia L1 que servían como un eficaz escudo solar
Estos resultados son una buena noticia, porque se necesita mucha menos energía para lanzar polvo desde la Luna que desde la Tierra.
Esto es importante porque la cantidad de polvo de un escudo solar es grande, comparable a la producción de una gran explotación minera aquí en la Tierra.
Blindaje solar
Además, el descubrimiento de las nuevas trayectorias de blindaje solar significa que podría no ser necesario transportar el polvo lunar a una plataforma separada en L1.
Los autores subrayan que este estudio sólo explora el impacto potencial de esta estrategia, en lugar de evaluar si estos escenarios son viables desde el punto de vista logístico.
"No somos expertos en cambio climático ni en la ciencia de cohetes necesaria para trasladar masa de un lugar a otro. Sólo estamos explorando diferentes tipos de polvo en una variedad de órbitas para ver la eficacia de este enfoque. No queremos perder la oportunidad de cambiar las reglas del juego en un problema tan crítico", afirmó Bromley.
Uno de los mayores retos logísticos, la reposición de los flujos de polvo cada pocos días, también tiene una ventaja.
Al final, la radiación solar dispersa las partículas de polvo por todo el Sistema Solar, el escudo solar es temporal y las partículas del escudo no caen sobre la Tierra.
Los autores aseguran que su enfoque no crearía un planeta permanentemente frío e inhabitable, como en la historia de ciencia ficción “Snowpiercer“.