Intentar anticipar la llegada de un gran terremoto es un desafío que aún no ha sido superado, pero un nuevo estudio presenta evidencias de una fase precursora de deslizamiento en la falla que ocurre dos horas antes de que se produzca el sismo.
La investigación, realizada por científicos franceses y publicada en la revista Science, analiza datos de series temporales del Sistema de Posicionamiento Global (GPS) de casi 100 grandes terremotos en todo el mundo.
La capacidad de predecir terremotos a corto plazo y alertar con minutos o meses de anticipación depende de una señal geofísica precursora claramente observable. Estudios retrospectivos de otros terremotos habían sugerido que se puede observar una fase de deslizamiento sísmico lento en las fallas antes de un terremoto principal.
No obstante, la relación entre estas observaciones y las rupturas sísmicas no se comprende completamente, ya que no siempre van seguidas de un terremoto y a menudo ocurren sin que se produzca uno, lo que hace que la existencia de una señal precursora confiable para predecir grandes terremotos siga siendo incierta.
El nuevo estudio realiza una búsqueda global sistemática del deslizamiento precursor a corto plazo en las fallas antes de grandes terremotos. Se utilizaron datos de series temporales de alta velocidad del GPS de 3,026 estaciones geodésicas de todo el mundo para medir el desplazamiento de las fallas hasta dos horas antes de 90 terremotos de magnitud 7 o superior.
El análisis estadístico de estos datos reveló “una señal sutil consistente con un periodo de aceleración exponencial del deslizamiento de la falla cerca del hipocentro del eventual terremoto, que comenzó aproximadamente dos horas antes de la ruptura”, según se explica en la publicación.
Estos hallazgos sugieren que muchos grandes terremotos inician con una fase precursora de deslizamiento o que las observaciones podrían representar el final de un proceso de deslizamiento precursor más largo y difícil de medir, según los autores del estudio.
A pesar de que el estudio aporta pruebas de la existencia de una señal precursora, el equipo señala que la instrumentación actual de vigilancia sísmica carece de la cobertura y precisión necesarias para identificar o monitorear el deslizamiento precursor a escala de terremotos individuales.
Un artículo complementario a la investigación indica que aunque los resultados “sugieren que puede haber una fase precursora de horas de duración, no está claro si estas aceleraciones de deslizamiento lento están claramente asociadas a grandes terremotos o si podrían medirse alguna vez en eventos individuales con la precisión necesaria para proporcionar una advertencia útil”.
Roland Bürgmann, autor del artículo y perteneciente a la Universidad de California en Berkeley (Estados Unidos), quien no participó en la investigación, añade que si se confirma que la nucleación (fase previa al temblor) de los terremotos suele involucrar una fase precursora de varias horas de duración, y si se desarrollan medios confiables para medirla, podría emitirse una alerta de precursores.