La Tierra se encuentra en una situación crítica, superando su "espacio operativo seguro para la humanidad" en seis de las nueve mediciones clave de su salud, según revela un nuevo estudio publicado en la revista Science Advances.
Un grupo de científicos internacionales ha alertado sobre el descontrol en áreas vitales como el clima, la biodiversidad, la tierra, el agua potable, la contaminación por nutrientes y las "nuevas" sustancias químicas, como los microplásticos y los residuos nucleares.
El informe señala que solo tres aspectos, la acidez de los océanos, la salud del aire y la capa de ozono, se mantienen dentro de límites considerados seguros. Sin embargo, incluso estos indicadores muestran tendencias preocupantes en la dirección equivocada.
Johan Rockstrom, coautor del estudio y director del Instituto de Investigación del Impacto Climático de Potsdam, Alemania, advierte que "estamos en una muy mala situación" y que el planeta está perdiendo su capacidad de resistencia, comparándolo con un paciente enfermo.
El estudio, que es una actualización de un análisis realizado en 2015, ha añadido un sexto factor a la categoría de inseguridad: el agua. Esto se debe al deterioro de la escorrentía fluvial y a una mejor comprensión del problema. Según Rockstrom, estos límites "determinan el destino del planeta" y han sido respaldados por numerosos estudios externos.
Los nueve factores están interconectados, y cuando uno de ellos empeora, como el clima o la biodiversidad, provoca la degradación de otros aspectos medioambientales. Las simulaciones informáticas demuestran que una de las estrategias más efectivas para combatir el cambio climático es restaurar bosques y tierras, proporcionando sumideros naturales para el almacenamiento de dióxido de carbono.
La biodiversidad, aunque a menudo pasa desapercibida en comparación con el cambio climático, también se encuentra en un estado preocupante.
Sin embargo, el hecho de que la capa de ozono sea el único factor que muestra mejoría destaca la importancia de tomar medidas globales cuando se reconoce un problema y se actúa en consecuencia.
A pesar de las críticas de algunos científicos especializados en biodiversidad sobre los métodos y mediciones utilizados en el estudio, el llamado a la acción es claro: la humanidad debe tomar medidas urgentes para preservar la salud del planeta y revertir estas tendencias alarmantes antes de que sea demasiado tarde.