En el siglo XIX, el matemático y científico escocés James Clerk Maxwell dejó un legado duradero al plantear la teoría clásica de la radiación electromagnética, que unificó la electricidad, el magnetismo y la luz como manifestaciones de un mismo fenómeno. Esta teoría ha sido fundamental en el desarrollo de la tecnología de comunicaciones a lo largo de las décadas.
Recientemente, la NASA ha dado un paso revolucionario al anunciar que un grupo de científicos ha logrado transmitir mensajes a través de luz láser desde una nave espacial llamada Psyche, ubicada a unos impresionantes 16 millones de kilómetros de distancia, aproximadamente 40 veces la distancia entre la Tierra y la Luna.
Psyche, lanzada al espacio hace unas semanas por SpaceX, tiene como objetivo alcanzar un asteroide rico en metales en el cinturón de Kuiper, entre las órbitas de Marte y Júpiter. En su camino hacia este destino, la nave ha establecido comunicación con el Telescopio Hale, ubicado en San Diego, California, Estados Unidos.
Ilustración conceptual del artista que representa la nave espacial de la misión Psyche de la NASA cerca del objetivo de la misión, el asteroide metálico Psyche. (NASA)
La luz láser, a diferencia de la luz natural, requiere un dispositivo para ser generada, ampliando la luz mediante la emisión estimulada de radiación. Los láseres producen rayos de luz estrechos y ordenados que pueden viajar largas distancias, concentrando una gran cantidad de energía en áreas diminutas.
La ventaja de utilizar la luz láser en comunicaciones espaciales radica en su capacidad para transmitir grandes volúmenes de información a velocidades más altas. Esto podría mejorar significativamente las comunicaciones con futuras misiones espaciales a otros planetas.
En comparación, las comunicaciones a través de internet utilizando fibras ópticas transmiten información a velocidades excepcionales y en grandes cantidades. No obstante, décadas atrás, la información se transfería mucho más lentamente a través de líneas telefónicas.
El avance tecnológico que ha permitido la transmisión de luz láser en el espacio profundo se basa en la tecnología de fibras ópticas utilizada en comunicaciones terrestres.
Este logro ha sido un desafío para los ingenieros de la NASA, ya que requirió desarrollar instrumentos complejos para codificar y decodificar la información transmitida por fotones, las partículas que transportan la luz, desde la nave espacial Psyche a millones de kilómetros de distancia.
Es importante destacar que la luz viaja diez veces más rápido que la electricidad, lo que sugiere que las futuras tecnologías de comunicación deberían aprovechar la luz para transmitir información.
Esto podría llevar a aplicaciones terrestres, como la telefonía celular y la transmisión de datos entre dispositivos, como vehículos autónomos o robóticos, que podrían comunicar sus movimientos en tiempo real para evitar colisiones.