El radar planetario Deep Space Network de la NASA ha capturado las primeras imágenes detalladas del asteroide 2008 OS7, aprovechando su reciente aproximación a la Tierra.
El pasado 2 de febrero, este imponente asteroide, del tamaño de un estadio, pasó a una distancia de 2,9 millones de kilómetros, equivalentes a 7 veces y media la distancia entre la Tierra y la Luna.
A pesar de la magnitud del asteroide, la NASA aseguró que no representaba ningún riesgo de impacto en nuestro planeta.
Sin embargo, los científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA utilizaron una potente antena de radio para obtener información detallada sobre su tamaño, rotación, forma y detalles de la superficie.
Antes de este acercamiento, el asteroide 2008 OS7 estaba fuera del alcance de los sistemas de radar planetarios.
Descubierto el 30 de julio de 2008 por el Catalina Sky Survey, se determinó que tenía entre 200 y 500 metros de ancho y giraba lentamente, con una rotación completa cada 29 horas y media.
Durante la reciente aproximación, el grupo de radar del JPL utilizó la antena parabólica del Radar del Sistema Solar Goldstone de 230 pies en California para obtener imágenes sorprendentes.
Revelaron una superficie con regiones redondeadas y angulares, junto con una pequeña concavidad. Además, se confirmó que el asteroide es más pequeño de lo estimado anteriormente, con un tamaño de alrededor de 150 a 200 metros de ancho, y su rotación inusualmente lenta fue corroborada.
Las observaciones también proporcionaron mediciones clave de la distancia del asteroide a la Tierra, contribuyendo a refinar los cálculos de la trayectoria orbital alrededor del Sol. Con una órbita que lo lleva desde dentro de la órbita de Venus hasta más allá de la órbita de Marte, el asteroide 2008 OS7 completa su vuelta alrededor del Sol cada 2.6 años.
El Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS) de la NASA, gestionado por el JPL, utiliza estas mediciones para evaluar posibles peligros de impacto.
Aunque clasificado como un asteroide potencialmente peligroso debido a su tamaño y proximidad orbital, la reciente aproximación del 2 de febrero marca la distancia más cercana que tendrá de nuestro planeta en al menos los próximos 200 años.