Un equipo de astrónomos internacionales ha anunciado el descubrimiento de la galaxia más antigua de su tipo, observada por primera vez hace más de 13,000 millones de años.
Utilizando el telescopio espacial James Webb, los científicos, incluido Santiago Arribas del Centro Español de Astrobiología, han revelado que esta galaxia experimentó un sorprendente apagón estelar.
Publicado en la revista Nature, el hallazgo plantea preguntas fundamentales sobre cómo y por qué las galaxias dejan de formar estrellas, ofreciendo una ventana única al pasado cósmico.
Los investigadores sugieren que la galaxia podría haber "vivido deprisa y muerto joven", formando estrellas de manera rápida antes de detener abruptamente su proceso, un fenómeno inusual en una fase tan temprana del universo.
Según sus cálculos, esta galaxia experimentó un breve pero intenso periodo de formación estelar, deteniéndose hace entre 10 y 20 millones de años. Aunque es la más antigua de su tipo, la galaxia tiene una masa relativamente baja, comparable a la Pequeña Nube de Magallanes.
Este descubrimiento destaca la capacidad del telescopio James Webb para observar galaxias más pequeñas y débiles que las anteriores.
Los científicos, liderados por Tobias Looser del Instituto Kavli de Cosmología de la Universidad de Cambridge, aún no determinan si el estado "apagado" es permanente o temporal, ni las causas detrás de la interrupción de la formación estelar.
El universo primitivo, según Looser, era como un "bufé libre" con nubes de gas colapsando fácilmente para formar estrellas.
Francesco D’Eugenio sugiere la posibilidad de que las galaxias del universo temprano puedan "morir y luego volver a la vida", un fenómeno que requiere una investigación más profunda para confirmarse.
Los astrónomos ahora buscan galaxias similares para respaldar sus teorías de la reactivación estelar en el universo primitivo.
El estudio plantea incógnitas sobre las posibles causas del cese de la formación estelar en estas galaxias antiguas. Factores como un agujero negro supermasivo expulsando gas o la rápida agotación del suministro de gas podrían estar involucrados.
Sin embargo, Roberto Maiolino, otro investigador del equipo, destaca la incertidumbre en torno a estas hipótesis.
El descubrimiento desafía los modelos basados en el universo moderno, subrayando la necesidad de comprender los momentos más primitivos de la evolución cósmica con enfoques adaptados a estas eras lejanas.