Un equipo internacional de científicos anunció el hallazgo de más de cien especies marinas previamente desconocidas en las aguas submarinas de Nueva Zelanda, algunas a más de 4,800 metros de profundidad.
“Hemos visitado muchos hábitats diferentes y descubierto toda una serie de especies nuevas, desde peces a caracoles, pasando por corales y pepinos de mar: especies realmente interesantes que van a ser nuevas para la ciencia”, dijo Sadie Mills, co-directora de la expedición Ocean Census en la que participaron varios grupos.
Durante la citada expedición, realizada durante tres semanas este febrero, se recolectaron unas 1,800 especies en la fosa submarina Bounty, que se extiende a lo largo de 800 kilómetros frente a la costa este de la Isla Sur de Nueva Zelanda, apunta en un comunicado del Instituto Nacional de Investigación del Agua y la Atmósfera de Nueva Zelanda (NIWA, siglas en inglés).
Entre las nuevas especies identificadas en la fosa submarina Bounty -un remanente de la era del Cretáceo que tiene una profundidad que oscila en gran parte de su territorio entre los 2,000 y los 3,000 metros- también se cuentan docenas de moluscos, tres peces, un camarón y un cefalópodo, según NIWA.
Una de las especies que más captó la atención de los científicos de Ocean Census es una nueva especie de coral o un organismo viviente desconocido, que en un principio se creyó era un anémona marina o una estrella de mar.
“Podría tratarse de un grupo completamente nuevo fuera del octocoral. Si es así, se trata de un hallazgo significativo para las profundidades marinas y nos ofrece una imagen mucho más clara de la biodiversidad única del planeta”, dijo Michela Mitchell, taxónoma de la Red de Museos del estado australiano de Queensland.
Los científicos ahora están trabajando en la clasificación de las muestras recolectadas durante la expedición y en la confirmación de la taxonomía de las nuevas especies. Se espera que el número de especies nuevas identificadas supere las 100 una vez completado este proceso.
La expedición en la fosa submarina Bounty, que es la primera de Ocean Census en el Hemisferio Sur, también contó con la colaboración del Museo Nacional Te Papa de Nueva Zelanda, así como científicos británicos, neozelandeses y australianos.
Ocean Census fue impulsado por una alianza científica global creada por la Fundación Nippon (Japón) y la Fundación Nekton (Reino Unido) para acelerar el descubrimiento y la protección de la vida marina.