El telescopio espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha descubierto dos corrientes estelares sorprendentes llamadas Shakti y Shiva.
Estas corrientes se formaron hace más de 12 mil millones de años y contribuyeron al origen de la Vía Láctea. Ambas corrientes contienen estrellas de entre 12 mil y 13 mil millones de años de edad, con una masa combinada de unos 10 millones de soles.
Khyati Malhan del Instituto Max Planck de Astronomía, líder de la investigación, señaló que Gaia permitió detectar estas estructuras antiguas a pesar de los cambios significativos en la Vía Láctea.
Los datos de Gaia revelaron las órbitas de las estrellas y su composición, identificando las corrientes Shakti y Shiva entre las estrellas con cierta composición química.
Las corrientes, nombradas en referencia a una pareja divina hindú, muestran los primeros pasos en el crecimiento de la Vía Láctea.
Gaia también ha mapeado otros componentes clave en la formación galáctica, como Gaia-Sausage-Enceladus, LMS1/Wukong, Arjuna/Sequoia/I’itoi y Pontus, proporcionando una visión más completa de la evolución de nuestra galaxia.
Este descubrimiento destaca la importancia de la arqueología galáctica de Gaia y promete revelar más sobre los orígenes y la evolución de la Vía Láctea en futuras investigaciones.
Ilustración realizada por la ESA para explicar la anatomía de la Vía Láctea.