Un equipo de científicos de la Universidad de Linköping ha logrado crear láminas de oro extremadamente delgadas, conocidas como 'goldeno', con un átomo de grosor.
Este avance abre la puerta a múltiples aplicaciones, como la producción de hidrógeno y productos químicos de alto valor.
El proceso, detallado en Nature Synthesis, revela que el goldeno, al igual que el grafeno, muestra propiedades semiconductoras al ser extremadamente delgado. La clave fue incrustar el oro entre capas de titanio y carbono en un material tridimensional.
El descubrimiento fue en parte accidental, cuando el equipo intentaba crear un material conductor de electricidad. El método de exfoliación del oro se inspiró en técnicas tradicionales japonesas de forja, adaptadas para este propósito.
Las láminas de goldeno se estabilizan con un tensioactivo, lo que amplía su potencial en aplicaciones como la conversión de dióxido de carbono, la producción de hidrógeno y la purificación del agua, entre otras.
Además, permite reducir significativamente la cantidad de oro necesaria en comparación con las aplicaciones convencionales.
El equipo continuará investigando la posibilidad de aplicar este proceso a otros metales nobles y explorará nuevas aplicaciones para el goldeno en el futuro.