Un grupo de astrónomos ha revelado el hallazgo del agujero negro estelar más gigantesco descubierto hasta ahora en nuestra galaxia, la Vía Láctea.
Con una masa que supera en 33 veces la del Sol, esta hazaña fue anunciada el martes por el Observatorio Europeo Austral (ESO).
La detección de este agujero negro fue posible gracias a los datos recabados por la misión Gaia, un observatorio espacial operado por la Agencia Espacial Europea (ESA).
Gaia, desde su órbita alrededor de la Tierra, ha estado cartografiando el cielo para crear el mapa tridimensional más preciso y extenso de nuestra galaxia.
La masa del agujero negro fue verificada mediante datos del telescopio extremadamente grande del ESO y otros observatorios terrestres, confirmando su magnitud de 33 veces la masa solar.
Este descubrimiento se logró gracias a un peculiar movimiento de "bamboleo" observado en la estrella compañera que orbita al agujero negro.
Los agujeros negros estelares se forman a partir del colapso de estrellas masivas y los identificados hasta ahora en la Vía Láctea son, en promedio, diez veces más masivos que el Sol.
Esta representación artística compara tres agujeros negros estelares de nuestra galaxia: Gaia BH1, Cygnus X-1 y Gaia BH3, cuyas masas son 10, 21 y 33 veces la del Sol respectivamente. / ESO/M. Kornmesser
El agujero negro más masivo previo en nuestra galaxia, Cygnus X-1, alcanza solo 21 masas solares, lo que hace que este nuevo hallazgo sea excepcional.
La proximidad de este agujero negro, a tan solo 2,000 años luz de distancia en la constelación de Aquila, es sorprendente. Es el segundo agujero negro conocido más cercano y ha sido apodado Gaia BH3 o BH3 para abreviar.
“Nadie esperaba encontrar un agujero negro de gran masa acechando cerca y que no hubiera sido detectado hasta ahora”, declaró Pasquale Panuzzo, miembro de la colaboración Gaia y astrónomo del Observatorio de París, parte del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS).
Este descubrimiento es uno de los hitos en la carrera investigadora de Panuzzo y destaca la importancia de estos eventos para la comunidad astronómica.
Se cree que los agujeros negros de gran masa como BH3 se forman a partir del colapso de estrellas muy pobres en elementos más pesados que el hidrógeno y el helio.
Este hallazgo proporciona evidencia directa de esta teoría, ya que la estrella compañera de BH3 era también muy pobre en metales, indicando la naturaleza de la estrella colapsada que dio origen a este agujero negro excepcional.